Los juegos de mesa han pegado un salto de gigante en España en los últimos años. Con la crisis económica se han convertido en un ocio alternativo y barato. Han evolucionado de los meros juegos de azahar -parchís o la oca- a otros más activos y participativos -de habilidades o estrategia- donde tiene más importancia la toma decisiones que la suerte para ganar. Esta circunstancia los hace más interesantes y ha disparado la cifra de aficionados. En Castelló, la tienda Homoludicus se ha convertido en el epicentro de los amantes a los juegos de mesas.
Su impulsor, Diego Ibáñez, es un aficionado que ha hecho de su pasión su modo de vida. Abrió el espacio en 2013 en la calle Navarra número 14. «La idea era crear un punto de encuentro para los aficionados a los juegos de mesas». Así, aparte de la tienda propiamente dicha, dispone de una zona de juegos. Asimismo, organiza torneos, presentaciones y matinales dirigidas a las familias el último sábado de cada mes. Para los socios se celebran noches lúdicas; una de las últimas citas se centró en juegos de oriente.
El establecimiento dispone de juegos de última generación que «no se suelen encontrar, que tienen un componente lúdico pero también educativo», señala Ibáñez. Son juegos que se engloban, explica, en la escuela europea. La americana, indica contempla una interacción muy fuerte y posibilita la eliminación de jugadores, mientras en los Eurogames, añade, «todo el mundo juega hasta el final y las partidas tienen una duración determinada». «Tienen reglas sencillas pero con estrategias interesantes», resalta.
Homoludicus cuenta con 500 socios, que tienen el derecho a alquilar juegos del local, que luego pueden adquirir restando el dinero del alquiler. Ibáñez subraya que la afición ha crecido en estos años de crisis «al salir menos la gente». Remarca, además, que en España se ha pasado «de publicarse 20 juegos al año a 200». Uno de los más conocidos es Catan, que consiste en colonizar una isla; cada jugador dispone de unas materias primas y va expandiéndose formando poblados.
El propietario de Homoludicus también es autor de juegos de mesa; ahora acaba de crear Holmes y Banjooli. El primero es para dos jugadores que han de resolver un crimen buscando pistas. El segundo es una carrera de avestruces en la que cada participante puede realizar tres acciones en cada turno. Banjooli se ha llegado a publicar en Bélgica, y Holmes en Estados Unidos, Polonia, Japón y Alemania.
Fue conocido el blog que hace unos años llevó a cabo Ibáñez de «gamingwithmysuegra», con el que luego hizo una parodia del juego del año de Alemania (Spiel des Jahres), creando el «Spiel des Suegras». Milagros (madre de su mujer) se hizo famosa e incluso en la inauguración de la tienda, rememora, vino gente de Barcelona y Valencia «a hacerse una fotografía con Milagros».
Esta historia muestra la vitalidad de un ocio que Ibáñez tilda de activo «frente al pasivo de espectador».
