La Policía Local de la Vall d'Uixó inició ayer una campaña de control de excrementos de perro en la vía pública y de control de la documentación de los animales. Así, tanto agentes de paisano como patrullas uniformadas vigilarán de manera intensiva las zonas en las que se ha detectado una especial incidencia de este problema, aunque habrá presencia en toda la ciudad.

El portavoz de la Policía Local, Martí Guillem, explicó que esta iniciativa «no es recaudatoria sino informativa, pero se sancionará con 600 euros a las personas que no cumplan la ordenanza». Además, se comprobará que el animal lleva chip y está dado de alta en el censo municipal, tiene la documentación necesaria y va atado con correa.

En el caso de que se detectan casos de mascotas que no llevan chip o no están inscritas en el censo municipal, el propietario tendrá un plazo de siete días para hacer las gestiones necesarias y aportar la documentación completa a la Policía Local, que retirará la sanción «si se han subsanado los problemas detectados», afirmó Guillem.

El concejal de Policía Local, Javier Ferreres, destacó que esta campaña también tiene como objetivo «concienciar a la ciudadanía sobre un problema que nos han trasladado muchos vecinos y vecinas». Por ello, junto al control policial en la calle también se lanzarán mensajes en las redes sociales del Ayuntamiento de la Vall d'Uixó y Policía Local.

Por su parte, la concejala de Sanidad, Mayte Díaz, indicó que «muchos ciudadanos y ciudadanas cumplen las normas y tienen una conducta cívica y ejemplar, pero también hay personas que no recogen los excrementos y eso causa molestias a los peatones, mala imagen y sobre todo problemas de salubridad».

Cabe recordar que el actual equipo de gobierno ha endurecido las sanciones por no recoger los excrementos en la vía pública, que pasan de los 30 euros anteriores a 600 euros fijados en la primera denuncia. Para evitar la reincidencia, la segunda sanción al mismo propietario será de 1.200 euros y a partir de la tercera de 1.800 euros.