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Un perfil de delantero que se repite

Atacantes con altura, fortaleza física y experiencia; la clase de ariete que ha buscado el Castellón en las últimas campañas

Delanteros potentes en el juego aéreo, fuertes para pelear con los centrales y con experiencia tanto en Segunda División B como en Tercera. El perfil de los atacantes que ha adquirido el Castellón en las últimas semanas destaca por siempre muy similar. El caso más reciente es el de Raúl Fabiani, el hombre que desde el lunes entrena con el equipo albinegro y que podría ser el refuerzo ofensivo para el conjunto de cara a la promoción de ascenso.

El valenciano, internacional por Guinea Ecuatorial, cuenta con 32 años y mide 1,98. Además, ha jugado en Segunda B y Tercera con equipos como el Alcoyano, el Olímpic de Xàtiva o el Marbella, su último equipo antes de rescindir su contrato el pasado mes de enero. Una tónica que se repite en los hombres ofensivos albinegros. En las últimas campañas, sobre todo desde la llegada de Ramón Moya al banquillo, todos superan los 27 años de edad y el 1,80 de altura.

Sólo hay que echar un vistazo a los delanteros con los que el conjunto orellut cuenta en su plantilla esta temporada. En verano aterrizó en Castalia Rubén Fonte, que estaba llamado a convertirse en el gran referente ofensivo esta campaña. Un delantero de 27 años, de 1,86 de altura, que había pasado por el Borriol, el Ontinyent, el Acero o el Atlético Levante. Además de su fortaleza físico y su juego aéreo, el borrianense también aportaba velocidad para las contras. Pero sus problemas en el hombro le han dejado prácticamente inédito este temporada.

También en septiembre llegó a la entidad albinegra Antonio Martínez. A base de trabajo y tenacidad, el murciano de 27 años había conseguido ganarse un puesto en el once titular. Su 1,94 servía para bajar balones y bregar contra los centrales, para abrir espacios que podían aprovechar hombres que llegaban desde atrás como Charlie Meseguer. Pero una inoportuna rotura en el recto anterior de su pierna derecha le ha dejado en el dique seco al ex del Crevillente o del Orihuela en este final de temporada.

El refuerzo invernal de la delantero, Tariq Spezie, tampoco se sale de este perfil. El hispano-italiano, nacido en Emiratos Árabes Unidos, llegó al Castellón en enero procedente del Huracán que militaba en Segunda B. A sus 35 años, es un veterano del fútbol modesto que ha pasado por el Sabadell, el Cacereño, el Linares o el Palencia. Su altura es 1,85 y, en el tiempo que ha estado en Castalia, ha demostrado su olfato goleador. Pero, al igual que Antonio, una lesión le puede dejar sin participar en el play-off. En su caso es una rotura en el bíceps femoral lo que le impide jugar.

Una tendencia ya habitual

Desde que el Castellón cayó a Tecera División, la tendencia se ha repetido en las últimas campañas. Durante las primeras temporadas en la categoría, Marc Cosme cumplió con las características de este perfil de delantero tan común en el equipo albinegro. Con 1,90 de altura, quizá su falta de experiencia en la categoría le pasó factura. Además, su enfrentamiento con el presidente David Cruz forzó su marcha en la temporada 2013-2014. Ahora muestra, con unos años más de rodaje en Tercera, de lo que es capaz en el Torre Levante.

La temporada pasada, la delantera del Castellón también destacó por su altura y por experiencia, aunque los resultados no fueron tan destacados como se esperaba. Comenzó la temporada Iker Zárate. El vasco, curtido en el fútbol vasco, fichó por el conjunto de la Plana con 28 años. Sus 1,91 de altura hacían presagiar ventaja ofensiva por alto para el equipo albinegro, pero su paso por Castalia se cerró con un sólo tanto anotado en la Copa RFEF.

Tampoco cuajaron ni Rubén Negredo, ni Jon Uriarte. El madrileño, que llegó al equipo en enero del año pasado, venía avalado por sus 31 años de edad y por su experiencia en conjuntos como el Barakaldo, el Badalona o el Lealtad de Mieres, así como distintos equipos de Tercera madrileña. Con una altura de 1,86, sus prestaciones dejaron mucho que desear: 5 tantos en 27 partidos.

Tampoco tuvo fortuna Jon Uriarte. El alcoyano de 1,83 de altura llegó tras un año parado por una lesión en el cartílago de su rodilla derecha. Sólo pudo jugar 9 partidos en el Castellón, pero a pesar de ellos Calderé apostó por él para jugar en la promoción de ascenso de la pasada temporada. Sin suerte de cara al gol, se marchó sin anotar ni un tanto.

Finalmente, se debe destacar el paso por el conjunto albinegro de Hugo Salamanca, que se vistió de orellut en enero de 2014. El madrileño recaló en el Castellón con 29 años y 1,87 de altura. Con un gran juego aéreo, ayudó a la salvación albinegra en la temporada 2013-2014.

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