La reunión entre la jefa de servicio de la Dirección Territorial de Educación, María José Palmer, y las concejalas del Ayuntamiento de Almassora, Merche Galí y Carmina Martinavarro se saldó con la petición del Consell de que se le ceda el solar que antiguamente ocupaba el colegio Errando Vilar y que debía utilizarse para la ampliación del Instituto de Enseñanza Secundaria Álvaro Falomir. Según informaron los servicios técnicos de la Conselleria a las representantes municipales de Almassora, en el año 2010 el equipo de gobierno comandado por el Partido Popular aprobó la licencia para la ejecución de unas obras que todavía no se han podido llevar a cabo, debido a que previamente no se produjo la cesión de los terrenos a la institución autonómica.

Los más de 5.600 metros cuadrados del solar que antiguamente ocupaba el colegio Errando Vilar siguen siendo de titularidad municipal, lo que impide que la Conselleria de Educación pueda iniciar la proyectada ampliación del Instituto Álvaro Falomir. Es la principal conclusión del encuentro entre los técnicos municipales y los de Conselleria, que informaron a la concejal de Urbanismo de que «aunque en su momento se dio la licencia para ampliar el Instituto, no hubo un traspaso de solar» y por tanto, la titularidad sigue siendo municipal.

Tal y como explicó la encargada del área de Urbanismo , Carmina Martinavarro «lo primero que nos exige la Conselleria de Educación es que cedamos la parcela de la parte posterior del instituto donde está proyectada la ampliación». El antiguo edificio del Errando Vilar fue demolido hace ahora poco más de un año, y los 36.990 euros del coste del derribo fueron pagados por el Ayuntamiento de Almassora, sin que Conselleria se implicara en los trabajos al alegar que el solar no constaba en ninguna parte de su inventario de terrenos. Desde el consistorio, sus servicios técnicos también han argumentado que «no se ha encontrado en los archivos municipales ninguna documentación que certifique que se produjo la cesión del terreno» al Consell, sino que la única parte del proceso que se llevó a cabo fue la concesión de la licencia de obra en la Junta de gobierno del 27 de febrero de 2010. En mayo del mismo año la Conselleria, también dirigida en ese momento por los populares, adjudicó el proyecto y la dirección de obra por 192.780 euros, sin que nunca se materializara.

En cambio, hace ahora tres meses, la que en 2010 era titular de la concejalía de Educación, María Tormo, pedía mayor participación del instituto a la hora de decidir su futuro, ya que «durante el pasado mandato este era un proyecto que manejaba la Conselleria de Educación y sobre el que ya se había desarrollado un primer anteproyecto». Al parecer no era así, y ni tan siquiera la necesaria cesión de los terrenos para la redacción posterior del proyecto se realizó desde el consistorio.

Existe la posibilidad de que se modifique el proyecto inicial de ampliación si no se ajusta a las necesidades actuales. Sea cuál sea la decisión final sobre la utilización del solar, los servicios municipales de urbanismo ya han iniciado la tramitación del traspaso de la titularidad del solar que en su momento albergaba las instalaciones del Errando Vilar, pese a que la Generalitat ya ha anunciado que si los terrenos no se adecuan a sus pretensiones, no aceptarán la cesión.