El AVE conectará Madrid con Castelló con al menos un año de dilación respecto a las previsiones iniciales. El Ministerio de Fomento mantiene por ahora el fin de las obras para finales del mes de agosto, pero luego llevará a cabo un periodo de pruebas que se extenderá varios meses -de uno a tres-, según trasladaron fuentes del ministerio a la Generalitat en la última reunión de la comisión mixta.
Si las obras no sufren otra demora, Castelló inaugurará el tren de alta velocidad con Madrid en torno al mes de noviembre. El Gobierno de Mariano Rajoy había anunciado anteriormente dos fechas que no se han cumplido; primero aseguró de forma reiterada que lo haría en diciembre del año pasado, luego mencionó el 30 de abril de este año, y el último plazo dado es el mes de agosto. La Generalitat duda de que las obras finalicen en dicho mes si el proyecto de construcción continúa al actual ritmo, pero desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) -encargado de las obras- aseguran que la previsión de fin de las obras continúa el 31 de agosto. No obstante, Fomento admite que ello no significará la puesta en marcha del AVE, ya que, según esgrimen, quedará pendiente el preceptivo periodo de pruebas, que podría prolongarse del mes a los tres meses.
Cabe recordar que Adif tiene que acometer aún uno de los tramos más complejos del tercer carril como es el túnel de la estación de Castelló. Esta entidad pública ha previsto que estos trabajos se prolonguen 40 días. Aparte, ha de rematar variantes en Massalfassar, Puçol, Almenara, Nules y Borriana.
Esta demora se produce en las obras de un embrión del corredor mediterráneo. El AVE carecerá de todas sus prestaciones ya que circulará por la red actual en vez de una doble plataforma exclusiva para pasajeros. Para ello se ha adaptado un tercer raíl en las vías convencionales para que puedan circular tráficos en ancho internacional e ibérico. Circularán el AVE, los convoyes de mercancías y los servicios de cercanías, entre otros.
La inversión en el tercer raíl ha rondado los 222 millones de euros. El ministerio sostiene que este proyecto es la única opción plausible en las actuales condiciones de restricciones presupuestarias, pero los empresarios y el Consell entienden que se trata de un parche que sigue sin resolver las carencias tanto en el tránsito de mercancías como en el de pasajeros. Pese a ser una propuesta más económica que la doble plataforma, los retrasos en las obras han sido una constante. La falta de financiación postergó el inicio de las obras a mitad de 2015.
Asimismo, la Generalitat teme que el tercer raíl afectará al Cercanías de Castelló-Valencia, el principal servicio de tren en cuanto al número de usuarios. Fomento sostiene que sus planes pasan por recuperar las frecuencias de antes de las obras, pero desde el Ejecutivo valenciano lo consideran complicado al tener que combinarse con el AVE, que tendrá cinco itinerarios desde Castelló a Valencia, además del tráfico de mercancías.
Ahora mismo hay dos trayectos de Castelló a Madrid través de trenes Alvia, que ya redujeron en 2010 en una hora y 27 minutos el tiempo del viaje entre -se situó en las dos horas y 55 minutos- tras instalarse un intercambiador en la estación de Valencia, que permite la circulación de estos trenes por la plataforma del AVE existente desde Valencia a Madrid.
Con el tercer raíl, el recorrido descenderá entre Castelló y Madrid en media hora, situándose en las dos horas y 20 minutos.
