Tras una primera jornada centrada en el apartado más gastronómico y cultural de los festejos, los vecinos y vecinas de Vila-real disfrutaron ayer del arranque oficial de algunas de las principales actividades incluidas en el programa de las fiestas en honor a Sant Pasqual. Las exhibiciones taurinas cobraron especial protagonismo y, por la mañana, miles de personas llenaron las calles del recinto de la Vila para disfrutar del encierro de toros bravos que recorrió las calles del centro del municipio.

Tal y como explicó el concejal de Fiestas, Javier Serralvo, las reses, de la ganadería de Guadalmena, ofrecieron un gran espectáculo tanto durante la mañana como por la tarde. «Desde primera hora ha habido mucho ambiente en las calles y el encierro ha transcurrido con absoluta normalidad», dijo el edil. Serralvo alabó de forma especial la «elevada participación que estamos teniendo en todos los actos». «El buen tiempo está acompañando y tanto el viernes como el sábado ha sido mucha la gente que ha salido a las calles para disfrutar del inicio oficial de las fiestas», valoró el concejal.

En cuanto a las modificaciones que ha sufrido el encierro respecto al año pasado, el presidente de la Comissió del Bou, Pasqual Safont, recordó que en esta ocasión, por motivos de seguridad, se optó por modificar el lugar desde donde partían las reses, lo que redujo sensiblemente el recorrido respecto al año pasado.

«Pese a que la ruta ha sido un poco más corta porque hemos trasladado el corral de salida, en realidad no se ha reducido significativamente el recorrido», valoró Safont que, en cuanto al hecho de que la hora del encierro se retrasara a las 11 de la mañana respecto al año pasado, cuando el acto comenzó a las 9.00 horas, aseguró que «el cambio ha sido todo un acierto, porque ha incrementado aún más la participación de la gente y estamos muy satisfechos por el modo en que se ha desarrollado la jornada». En cuanto a los espectáculos taurinos de la tarde, dos personas resultaron heridas de levedad durante las exhibiciones, aunque no requirieron traslado hospitalario.

Paellas multitudinarias

Junto a las exhibiciones taurinas, las peñas también cobraron ayer especial protagonismo. Más de 2.300 personas pertenecientes a más de un centenar de colectivos se dieron cita en las inmediaciones de la avenida la Murà para participar en el concurso de paellas, que este año ha celebrado su 72 edición. Los peñistas disfrutaron elaborando el tradicional plato, que posteriormente compartieron durante la comida de hermandad que reunió a todos los participantes en torno a la mesa.

Por otro lado, la vertiente más tradicional de los festejos también tuvo ayer especial cabida en el programa de fiestas de ayer en honor al patrón de Vila-real. A primera hora de la tarde numeroso público se concentró en la zona de la plaza de Sant Pasqual para disfrutar de la plantà de las figuras participantes en la II Trobada de Gegants, que arrancó a las 17 horas con un pasacalle que recorrió las calles del centro. Pasqualet, Marigracieta, Jaumet y Pinella, los gegants de la localidad, estuvieron en esta ocasión acompañados de otras figuras procedentes de diversas partes del país.

La cita tuvo como invitados de honor a la colla Gegants del Drac d´Or de L´Hospitalet de Llobregat, además de contar con representantes de colectivos como Botafocs del Grau de Castelló, los Dançants del Corpus de Castelló y las collas geganteras de Onda, Borriana, Benicàssim, Vinaròs y l´Alcora. Ya por la noche la música sonó de nuevo con fuerza de la mano de Antonio Orozco, que ofreció un concierto en la plaza del Llaurador. El Jaleo Festival, el concierto de rock en el parque de la Panderola, discomóviles y actuaciones varias se encargaron de que la fiesta continuara hasta bien entrada la madrugada tras una intensa primera jornada caracterizada por la elevada participación.