El esloveno Primoz Roglic (LottoNL-Jumbo) hizo suya la novena etapa del octava etapa del Giro de Italia de ciclismo 2016, una crono sobre un circuito en Chianti, de 40,5 kilómetros, tras la cual se mantiene como líder, pero con sólo un segundo de ventaja, el italiano Gianluca Brambilla (Etixx-Quick Step).

Roglic, que se aprovechó de haber salido cuando el asfalto estaba seco, al no llover, paró en crono en 51:45, mientras que Brambilla, que corrió sobre mojado, lo hizo en 53:50.

El español Alejandro Valverde (Movistar) invirtió un tiempo de 54:09, que le ubica en la sexta plaza en la general a 55 segundos de Brambilla, que saca uno al holandés Bob Jungels (Etixx-Quick Step).

La crono, ya de por si exigente por su continuas ondulaciones, con una parte central sobre carretera estrecha y un final con dos ligeras subidas antes del descenso hacía meta, estuvo sin duda marcada por la lluvia. Y es que se vieron notablemente beneficiados los corredores que salieron en la primera mitad, y se encontraron el firme seco. Luego, llegó la lluvia y perjudicó a los que iban en los mejores puestos.

El gran beneficiado fue el esloveno Roglic, que salió el cuadragésimo y, sobre seco, voló. Algo similar aconteció con el austríaco Matthias Brandle (IAM), que salió en segundo lugar y acabó la crono tras Roglic, a diez segundos de diferencia; con el noruego Vegard Stake Laengen (IAM) o el suizo Fabian Cancellara (TFS). que concluyeron tercero y cuarto, respectivamente, a 17 y 28 segundos.

La cruz, en cambio, fue para el ruso Ilnur Zakarin (Katusha), que iba segundo en la general que sufrió dos caídas por el firme mojado (la última en una cerrada curva cercana a la meta), y en medio tuvo que cambiar de bicicleta por problemas mecánicos. Se fue a los 55:36 y, con ello, lejos en la general. Ya con mojado, los favoritos acusaron las peores condiciones climatológicas, destacando sobre ellas, especialmente, el luxemburgués Jungels y el costarricense Amador.