Hiciese lo que hiciese el Villarreal este fin de semana, iba a recibir palos por todos los lados. Y así fue. El submarino perdió en El Molinón lanzando incluso un balón al palo, pero ni así fue evitada la lapidación. Los de Marcelino recibieron por todos lados, incluso desde Gijón, donde les recriminaban que había subido demasiado el listón. En definitiva del todo incomprensible. En Vallecas, estallaron. Tras pedir durante la semana que no se cerniese ningún tipo de duda respecto a los equipos implicados en la lucha por el descenso, situándose ellos mismos a la cabeza tras las hipótesis generadas en el Real Sociedad-Rayo de la semana anterior en el que las apuestas deportivas, supuestamente, estaban de por medio, han sido los primeros en señalar la actitud de un equipo que lanzó 11 veces a portería, una de ellas al palo.

Ellos que fueron capaces años atrás de pactar, mintiendo al rival, un empate en Vallecas en la última jornada, con un gol en claro fuera de juego de Tamudo, han sido los primeros, con Martín Presa como referente verbal, en criticar al Villarreal. Es verdad que el submarino entonces perdía, pero... ¿y si Marco Ruben hubiese anotado? Como veis aquí nadie se encuentra libre de pecado, olvidándose muy pronto de lo ocurrido en el pasado cuando el mal es a ti a quien afecta y no al rival. Marcelino, el principal personaje en el punto de mira de sus críticas. El mismo Marcelino al que nadie le dijo nada semanas atrás cuando se presentaba en Vallecas con un equipo repleto de suplentes y jugadores del B. Entonces no se adulteraba la competición. Entonces no. Qué difícil es de asumir el descenso y más cuando has tenido en tu mano la salvación y no la has sabido mantener. La culpa siempre del ajeno. Y del Getafe, ¿qué me dicen del Getafe? «Estará contento Marcelino», dijo irónicamente Esnaider al acabar el partido. Habló quien menos lo ha de hacer, entiendo que fruto de la impotencia de haber tenido la permanencia en su mano y no haber sido capaz de sellarla. El Getafe dependía de sí mismo y perdió. No hay más historia.

Ese mismo Getafe que años atrás empujó un poco más al Villarreal hacia el pozo de la Segunda División, acabando con ocho un partido intrascendente para ellos ante el Zaragoza, en el que el equipo maño certificó su permanencia. Sea como fuere, la culpa siempre es de otro y no de uno mismo. Del rival, del árbitro, del césped... Supongo que es inevitable tal reacción cuando uno se ve abocado a la Segunda División. Todos los que lo hemos sufrido lo sabemos, pero tras 38 jornadas... poco hay que decir.

El propio Villarreal tuvo la permanencia en Mestalla y la perdió, como el Rayo en Anoeta y el Getafe en Sevilla. Ya para acabar, quiero defender a Marcelino. A los entrenadores se les pide sinceridad en la sala de prensa y para uno que la ejerce, a palos a por él. Pues no, señores. Marcelino deseaba un Sporting en Primera, lo entiendo, pero no dependía de él. ¿O es que creen que le dijo a Baptistao... tira al palo y no la metas dentro? Tal vez pecó de sincero y se complicó la vida, es verdad, pero no por ello se le debe lapidar.