Los concejales del Ayuntamiento de la Vall d'Uixó se reunieron ayer por la mañana en una sesión extraordinaria convocada a petición del Partido Popular para pedir explicaciones sobre el contrato que se mantiene con la empresa de recogida de residuos y limpieza viaria, Secopsa, dado que como explicó la portavoz, Elena Vicente-Ruiz, «durante los últimos años han presentado insistentes mociones y artículos de prensa exigiendo resolver el contrato e insinuando que habían intereses ocultos para no hacerlo, y un año después siguen manteniéndolo sin que expliquen las razones».

Desde el Partido Popular se recordó la existencia de una decena de informes técnicos en los que se emplazaba a «resolver el contrato porque no se podía negociar otra cosa» y a esos informes hacía referencia constantemente la oposición, a pesar de que «todo lo que se ha llevado a los juzgados a dado la razón a la empresa». Vicente-Ruiz señaló que la intención al solicitar el pleno extraordinario, era «conocer qué informe técnico justifica que no se haya resuelto el contrato».

La respuesta del equipo de gobierno no se produjo en el pleno, donde hubo más de ataques personales, que de información, según corroboraron tanto la propia concejala del PP, como la alcaldesa, Tania Baños, a quien fueron dirigidas la mayoría de las críticas del principal partido de la oposición, llegando incluso a afirmar que «la alcaldesa mantiene una actitud infantil, no tiene capacidad moral para dirigir el ayuntamiento de la Vall d'Uixó y le falta madurez», en palabras de Elena Vicente-Ruiz.

Sobre este ataque personal, la aludida se limitó a manifestar «mi tristeza por la falta de respeto de la señora Vicente-Ruiz hacia el pleno y la máxima autoridad municipal».

En cualquier caso, por lo que tiene que ver al fondo de la cuestión, el portavoz de Compromís, Jordi Julià, recordó que hasta la presente legislatura la empresa Secopsa arrastraba hasta siete incumplimientos del pliego de condiciones, que habrían motivado los informes técnicos que emplazaban a la resolución del contrato. Entre ellos se encontraría no realizar la limpieza viaria de los polígonos industriales, no respetar la frecuencia mínima establecida en la recogida de los contenedores de selectiva, no haber contratado al personal que se prometió en las mejoras para la adjudicación y no renovar la maquinaria, los vehículos o los contenedores.

Ultimátum en diciembre

Como defendieron los portavoces del tripartito en una comparecencia conjunta tras el plenario, al llegar al gobierno municipal se entablaron negociaciones con la nueva gerencia de Secopsa, que fue absorbida por problemas económicos por Fobesa/Fobasa. A finales de 2015 se les hizo llegar un comunicado desde la alcaldía emplazándoles a cumplir con el pliego de condiciones de forma estricta «antes del 10 de diciembre o firmaría la resolución del contrato» recordó la alcaldesa, y finalmente la empresa «ha empezado a cumplir», aseguró Baños.

Entre otras cosas habría contratado a varias personas más, hasta llegar a las 50, se han abandonado las oficinas en dependencias municipales que ocupaban a pesar de ser una empresa privada, se están renovando contenedores, papeleras y se está realizando un mejor mantenimiento, y solo se mantendría algunos incumplimientos por lo que respecta a alcanzar la frecuencia de recogida de los contenedores de selectiva y en la renovación de los vehículos, aunque como confirmó Julià «están en ello», dado que se han sustituido dos barredoras y están apunto de recibirse dos camiones nuevos.

Por su parte, el edil de EU, Antoni Llorente, defendió que el equipo de gobierno habría hecho de este modo sus deberes para conseguir que «la Vall tenga un servicio de limpieza digno después de muchos años de abandono» y ha sido posible solo «exigiendo el cumplimiento de lo que dice el contrato», algo que desde su punto de vista no se había hecho hasta ahora.