Marina Albiol fue, entre 2007 y 2014, una de las diputadas autonómicas más combativas de las Corts al denunciar casos de corrupción y el despilfarro de la Generalitat. Ahora, desde el Parlamento Europeo alza la voz sobre los derechos de los inmigrantes, la lucha contra el 'fracking' o la crítica al Tratado de Libre Comercio. Su nombramiento como número 2 de la candidatura de Alberto Garzón a la Asamblea Federal de IU los días 4 y 5 de junio -tres listas se disputan un liderazgo que parece seguro para Garzón-sitúan a la joven del Grau de Castelló en primera línea de una época de cambios en la izquierda de la que quiere ser protagonista.

¿Cómo afronta su incorporación como número 2 en la candidatura de Alberto Garzón?

Con mucha ilusión porque es un honor formar parte de su equipo. Llevamos ya tiempo trabajando juntos desde que llevo la portavocía de IU en Europa y confío en que la militancia nos dé su apoyo sobre las otras dos candidaturas.

Frente a la opción de Alberto Garzón, con el lema «Una IU par un nuevo país», están las alternativas que respaldan históricos como Cayo Lara y Gaspar Llamazares. ¿Qué es lo que les separa?

Está claro que coincidimos en muchos aspectos pero yo hablaría de varias diferencias políticas con las otras propuestas: nosotros nos situamos en la ruptura democrática con el régimen del 78, y romper significa hacerlo tanto con la monarquía como con las políticas que conlleva. Otra de nuestras diferencias se refiere a nuestra clara apuesta por la confluencia porque entendemos que en las pasadas elecciones municipales se demostró que, cuando estamos juntos, multiplicamos, y se vio que se puede ganar en ciudades importantes como Madrid o Barcelona. Ese es el camino si queremos transformar el país y las políticas para beneficiar a una mayoría social. Y el tercer elemento que distingue nuestra candidatura es una apuesta clara por que Izquierda Unida sea movimiento político y social. Creemos que se nos ha podido ver quizás como un partido al uso, tradicional, y poder transformar IU en un movimiento político social, y estar activamente en el conflicto social y en las movilizaciones, pueden ser herramientas muy útiles.

En esta nueva Izquierda Unida que defienden, ¿no cree que es contraproducente la candidatura conjunta con Podemos y la posibilidad de que queden absorbidos por la formación de Pablo Iglesias?

En absoluto. Creo sinceramente que es al revés, que nos hace más fuertes y nos acerca a un Gobierno de izquierdas. Tenemos muy claro que somos organizaciones diferentes, no solo en relación a Podemos, sino con Compromís, Iniciativa o Equo. Lo que consideramos es que tenemos suficientes puntos en común para poder ir de la mano, pero no nos vamos a subsumir a Podemos y a ser sólo una única organización. Lo interesante es que en momentos determinados, y éste lo es, debemos actuar juntos.

¿Y cómo se sobrevive al efecto Podemos?

Manteniendo nuestro perfil. Insisto en que este acuerdo para las elecciones del 26J nos hace más fuertes y hay que dejar claro que es un pacto para la gente y para las clases populares, que sufren muchísimo para llegar a fin de mes. Es un paso fundamental para gobernar este país y acabar de un vez con las políticas que han generado pobreza, desigualdad y desahucios.

¿Veremos un acuerdo similar entre IU y Podemos en las futuras elecciones municipales, en el caso de la capital de la Plana con un pacto con Castelló en Moviment?

De momento estamos en el presente más inmediato que es el 26J. En Castelló hay muchos mimbres, al igual que en otros municipios, donde se ha demostrado que, si hay acuerdos de las fuerzas de izquierdas, se pueden gobernar las ciudades. El documento de la candidatura de Alberto Garzón es muy claro a la hora de trabajar por esa unidad y alcanzar alianzas a todos los niveles.

Para llegar al gobierno volverá a ser decisivo un pacto con el PSOE que se antoja difícil...

Pues la pelota está en el tejado socialista. Tras el 20D nosotros dejamos claro que lo que le interesaba al país era un gobierno mirando a la izquierda, y Alberto Garzón fue el que más se esforzó por trabajar en esa línea. Lamentablemente el PSOE prefirió pactar con Ciudadanos y plegarse a sus propuestas políticas y económicas de derechas pese a que no le daban los números. A pesar de todo, nuestra intención sigue siendo la de lograr ese gobierno de izquierdas que reclama el país.

Uno de los obstáculos para ese pacto seguirá siendo el debate sobre el referéndum en Cataluña. ¿Cuál es su postura?

Izquierda Unida siempre se ha mantenido como la única fuerza de carácter estatal que ha defendido el derecho a decidir. Los pueblos deben tener el derecho a votar cuál debe ser su relación con el Estado y eso implica para nosotros que Cataluña debería tener su referéndum.

¿Veremos a Marina Albiol de regreso a la política nacional?

Soy la portavoz de la delegación de la Izquierda Plural en el Parlamento Europeo, uno de los cargos mas importantes de la organización, y continuaré en Europa para seguir denunciando cuestiones tan lamentables como las políticas criminales de la UE contra los refugiados o el tratado de libre comercio. Hay mucho por hacer.