El Castellón comienza hoy su andadura por la promoción de ascenso a Segunda División B. Los albinegros, terceros del grupo valenciano en la Liga regular, reciben en Castalia a la Peña Deportiva de Santa Eulalia del Río, que finalizó tercera en el grupo balear. Lejos de la euforia tensa que envolvió el play-off del curso pasado, el Castellón llega a la cita en un estado sereno de ilusión contenida. El ascenso se ve posible pero también difícil. En caso de superar el primer cruce, a los de Kiko Ramírez les quedarán dos eliminatorias más por delante.

La primera servirá para calibrar la capacidad competitiva de los albinegros. El Castellón sufrió en Liga desde la primera jornada a la última. La comenzó con un gol en Ibi en el tiempo de prolongación y la terminó con un gol de Sedaví en el minuto 90. El descalabro inicial de Calderé abocó al equipo a ir a remolque por el campeonato. Las salidas y entradas modificaron las jerarquías del vestuario y la llegada de Kiko Ramírez insufló un necesario punto de orden. Poco a poco, el Castellón fue restando tensiones a su alrededor y se fue alejando del drama.

Así finalizó la Liga, en un creciente giro de optimismo. La escapada del Atlético Saguntino imposibilitó el asalto al liderato, pero el conjunto albinegro jugó sus armas para arañar al menos la tercera plaza. Por el camino, Kiko Ramírez fue rotando jugadores, inventando soluciones frente a la plaga de lesiones en ataque, y moldeando picos y valles de forma. Cuando necesitó del filial, además, los jóvenes le respondieron tanto que dos de ellos (el mediocentro Carlos López y el atacante Vicent Albert) tienen posibilidades de ser titulares hoy en Castalia. El once de Kiko esconde un halo misterioso. Tras potenciar la profundidad de la plantilla, maneja un amplio abanico de posibilidades, y puede plantear un encuentro distinto en función del rival, del marcador o del escenario.

Con un nueve rápido, con uno de referencia o sin delanteros, sea cual sea la decisión final del técnico, el Castellón afronta el partido con un objetivo doble: ganar y mantener la puerta a cero. Para ello tendrá el apoyo de su afición, que se está volcando en los días previos a la cita, y deberá andar con ojo frente a las principales amenazas del rival: la batuta de Borja Pando, el olfato goleador de Winde y la facilidad para lanzar transiciones en la pradera de Castalia.