El triunfo de ayer es de autor. Y de manual: primer partido de un play-off, partido muy táctico, con los equipos más pendientes de no cometer errores que de arriesgar y victoria que llega a balón parado.

Dicho así parece sencillo, pero tras una primera parte dubitativa, con jugadores agarrotados por la situación y un rival duro y con oficio, la fiesta bien pudo acabar en drama. Los visitantes tuvieron dos oportunidades muy claras para batir a Álvaro. Los albinegros dibujaron una primera parte gris en ataque. Una genialidad de Rida y poco más. Así es imposible ganar. Previsiblemente, el intercambio de golpes y la resolución de esta eliminatoria serán en Ibiza pero visto el empaque de la Peña Deportiva, a nadie nos daba garantías un empate sin goles.

Si ser entrenador consiste en hacer una alineación e incluso hacerla escuchando los consejos de tus superiores, cualquiera podría serlo e incluso progresar hasta llegar a secretario técnico.

Ser entrenador de verdad es tomar decisiones que puedan hacer cambiar el rumbo de los partidos aunque no siempre ocurra. Pero intentarlo, al menos.

Alguien que tome esas decisiones con sensatez, que piense en el éxito colectivo y no en el individual y que los tenga bien puestos como para blindar el vestuario a muchísimos factores que perfectamente podrían haber desestabilizado la marcha del equipo en los últimos meses.

Ayer en el descanso, Kiko movió ficha. Una hora antes había hecho titulares a dos niños en uno de los partidos más importantes del año. Se lo habían ganado y era de justicia que jugaran de salida. Seguro que si hubiera salido mal alguien se lo hubiera echado en cara. Pero Carlos y Vicent fueron titulares. ¡Claro que sí!

Luego hay que leer el partido y, sobretodo la manera de meterle mano a un equipo, el de Mori, muy bien armado, con jugadores de calidad y con oficio.

El partido estaba en las bandas. Rida y Ebwelle no podían con las ayudas defensivas de los baleares y por dentro Clyde era el jefe. Meseguer estaba desconectado y no había noticias de Vicent en el mano a mano con los centrales. Inofensivos.

El doble cambio resultó decisivo para la victoria. Un referente claro y fuerte en el juego aéreo. Y dos extremos puros, de desborde y centro.

Sus centrales dejaron de jugar cómodos. Fabiani los obligó a juntarse para poder combatirle en el juego aéreo y permitió que Ebwelle y Jorge pudieran buscar el 1x1 en banda. Jorge fue un puñal. El camerunés sacó la pantera que lleva dentro. Fueron buenos momentos para el Castellón. Los visitantes de dominadores a dominados y encerrados en su campo. A merced del Castellón en el segundo tiempo.

Es verdad que el gol llegó a balón parado. Pero fruto de la estrategia y ésta se trabaja mucho y no siempre sale. Arturo la hizo buena. Un gol para seguir vivos. Falta otro en las islas para llegar a la segunda eliminatoria. Pero tengo confianza. Hay equipo. Y entrenador.