El llamativo y ya tradicional correfoc, cada vez con más seguidores, y el posterior castillo de fuegos artificiales clausuraron el domingo unas fiestas en Vila-real en honor a Sant Pasqual marcadas por la alta participación y la tranquilidad en cada uno de los 230 actos organizados por la Junta de Festes y la Comissió de Penyes a lo largo de 10 días.

El concejal de Fiestas y Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo, acompañado por el presidente de la Junta de Festes, José Pascual Colás, y por el intendente jefe de la Policía Local, José Ramón Nieto, hizo ayer un balance «muy positivo» de los festejos, que calificó de «intensos, participativos y con mucha gente en la calle». «El trabajo que realiza la Junta de Festes con el dinero que le proporciona el ayuntamiento ofrece unos resultados extraordinarios, con actuaciones que han tenido mucha aceptación, actos taurinos sin incidentes graves y variedad para todos los gustos», indicó.

José Pascual Colás destacó la gran afluencia de público, especialmente en las actuaciones musicales, con un especial protagonismo de Antonio Orozco, que «en algunos momentos llegó a tener más de 10.000 espectadores». Quienes también congregaron a un entregado público fueron Siniestro Total y Sopa de Cabra, así como Enemigos y Karina y Micky en la última jornada de las fiestas. «Este último concierto cuenta con un público fiel que acaba abarrotando la plaza Major», apuntó, al tiempo que mostró su satisfacción por la buena acogida del musical Feeling, «que sorprendió a mucha gente» y del CantaJuego, con alrededor de 4.000 personas.

También multitudinario volvió a ser el concurso de paellas para peñas, que un año más se celebró en la avenida de la Murà, «un espacio ya consolidado», al igual que la macrocena de vecinos, con más de 2.000 asistentes, así como la misa en honor a Sant Pasqual y la ofrenda o el Recinte de la Marxa, «también consolidado como lugar de referencia para seguir la fiesta».

Seis heridos durante los toros

En cuanto a los actos taurinos, tanto Serralvo como Colás destacaron el gran trabajo realizado para la mejora de la seguridad de corredores y animales, que «han ayudado a que no se registrara ningún incidente grave, tan solo seis heridos en toda la semana que fueron atendidos en la misma enfermería del recinto y se pudieron ir a casa o a seguir la fiesta».

Entre las novedades del programa destaca el cambio de ubicación de la Fira de la Tapa y de la feria de atracciones, «con un resultado muy satisfactorio, al acercarse al corazón de la ciudad», al igual que ocurre con el correfoc previo al castillo de fuegos artificiales que «a pesar del cambio de hora y ubicación desde hace unos años, cada vez tiene más participación».

Todo ello, sumado al descenso de quejas registradas por parte de los vecinos (47, una menos que en 2015), hacen de Sant Pasqual unas fiestas «muy tranquilas a nivel policial», según el intendente Nieto. «Las principales incidencias se registraron el primer viernes y los dos sábados, básicamente por excederse en el horario algunas peñas o por causar más molestias de lo normal con la música y los ruidos», explicó.

Serralvo agradeció a los vecinos la paciencia en estos días de fiesta y destacó el importante papel de la Junta de Festes, la Comissió de Penyes, la reina y damas de la ciudad y sus familiares y el trabajo de la Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, Servicios Públicos y todos los agentes implicados en que «estas fiestas, como siempre, hayan servido para seguir generando economía y para que los vecinos disfruten de un período de distensión junto a amigos y familiares», concluyó.