No estaba en la agenda pública, sólo en la privada, pero Rajoy no quiso irse sin dedicar algo de su tiempo a la nueva cúpula regional que lidera Isabel Bonig. El almuerzo tuvo lugar en un restaurante muy concurrido de la zona comercial de Alfafar donde Rajoy, Bonig, su mano derecha Eva Ortiz y los barones provinciales compartieron mesa y mantel ante el asombro de otros comensales. La cita, en la que se habló distendidamente de política y otros temas, es un gesto inequívoco de respaldo a Bonig, quien ha vivido momentos internos muy tensos a cuenta de la Operación Taula. Bonig, además, pudo departir en privado con Rajoy ya que lo acompañó en los trayectos en el coche oficial para cumplir la agenda.

j. r. valencia