Real Madrid y Atlético de Madrid viven las horas previas a la final de la Liga de Campeones que se disputa mañana en Milán. Allí, los blancos buscarán su undécimo entorchado continental, mientras que los rojiblancos pugnarán por la copa que les falta y, a la vez, cobrar venganza por la derrota en Lisboa de hace dos años.

La plantilla del Atlético de Madrid se entrenó ayer a puerta cerrada completa en el Vicente Calderón, según informó después el club en su página web, con Jesús Gámez ya recuperado de una sobrecarga, antes de partir por la terde hacia Milán.

El conjunto rojiblanco ya ultima detallas para el encuentro frente al Real Madrid en el estadio de San Siro, para el que dispone de toda su plantilla, una vez recuperado Gámez, en el cuarto y penúltimo entrenamiento de la semana, ya hoy hará una sesión final vespertina en el escenario del duelo.

Ayer, después de compartir comida toda la plantilla, la expedición del Atlético de Madrid partirá desde el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas rumbo al de Malpensa, en Milán, para quedar después alojado en el hotel de cinco estrellas Meliá Milano. Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, aseguró en una entrevista al portal de la UEFA, que la palabra «revancha» es negativa y que prefiere hablar de «oportunidad» frente al Real Madrid.

Previa blanca

Por su parte, el Real Madrid completó ayer en la Ciudad Deportiva de Valdebebas su último entrenamiento antes de viajar a Milán. Con las únicas excepciones del central francés Raphael Varane, lesionado, y del lateral español Álvaro Arbeloa, quien trabajó en el interior de las instalaciones, la primera plantilla del Real Madrid se ejercitó a las órdenes de Zinedine Zidane, quien asimismo citó para la sesión al canterano Marcos Llorente. Por la sala de prensa pasó el internacional croata del Real Madrid, Mateo Kovacic, quien aseguró que su club está «preparado y unido» par aafrontar el partido. «Estamos en buena forma», aseveró el croata, que será suplente.