La localidad castellonense de Morella solicitará, a propuesta de la alcaldía en el próximo pleno, que se inicie el expediente para la declaración de BIC y de fiesta de interés turístico autonómico para el Corpus Christi, según ha informado el Ayunamiento en un comunicado.

Ésta es una de las celebraciones más tradicionales de la localidad, que alcanzará su 658 edición este fin de semana, lo que lo convierte en "una de los más antiguas de la Comunitat Valenciana, siendo únicamente tres años posterior al de Valencia".

El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, ha señalado que estas declaraciones "son justas y servirían para respaldar la fiesta y reconocer la importancia y la tradición que tiene para Morella y para la Comunitat Valenciana".

En este sentido, ha subrayado que "por una parte, esta festividad tiene un alto nivel cultural y de tradición y también es un foco turístico que se puede poner más en valor con estas declaraciones, que estoy convencido de que conseguiremos".

Por último, ha afirmado que el Corpus de Morella es "uno de los más antiguos de la Comunitat Valenciana y tiene una gran singularidad, simbolismo y participación, ya que centenares de vecinos y vecinas participan en los distintos actos del fin de semana".

El acto central del Corpus Christi de Morella es el domingo, con la Procesión General. En ella, desfilan más de 150 elementos bíblicos, que dotan a la procesión de una gran singularidad y simbolismo. En total, más de 300 personas intervienen en este acto, además de los centenares de vecinos que contemplan la procesión. El sábado por la tarde tiene lugar la 'Degolla'.

En sus inicios, esta actividad tenía como principal misión anunciar la fiesta del día siguiente e invitar a la participación a la procesión general. La 'Degolla' representa el misterio del Rey Herodes, con la visita de los Reyes Magos, la huida a Egipto y la degollación de los Santos Inocentes. Acto seguido, se celebra un pasacalles con los gigantes y los cabezudos.

La celebración del Corpus Christi data de 1358 en Morella y comenzó como un motivo de exaltación al Santísimo y como una forma didáctica de reconocer a los personajes bíblicos. Morella adoptó la forma de celebración y los elementos típicos del Corpus que se celebraba en Valencia y la inmensa mayoría de los que desfilan hoy en día provienen de aquella época.