Personal investigador y técnico de la Cátedra Reciplasa de la Universitat Jaume I de Castelló presentó las últimas investigaciones y proyectos en los campos de análisis de aguas residuales y de aguas del entorno; valorización de los residuos sólidos y las mejoras realizadas en la estación de transferencia de Almassora y la planta de reciclaje, compostaje y eliminación de Onda.

En la primera intervención, el doctorando Carlos Sales, del Instituto de Plaguicidas y Aguas de de la UJI, explicó que las investigaciones -2002-2010-, analizaron el tipo de contaminación orgánica en las aguas de lixiviado brutas y depuradas (aquellas resultantes del paso por los residuos sólidos), así como también la influencia de la planta en las aguas subterráneas del entorno. Los dos primeros estudios permitieron ampliar el número de compuestos a analizar mediante el uso de técnicas líderes como la cromatografía de gases o la cromatografía líquida acopladas a la espectrometría de masas, y el «screening». Los resultados desvelaron la aparición de contaminantes como los fármacos o los productos de limpieza.

El tercer estudio, centrado en la influencia de la planta en las aguas subterráneas y superficiales del entorno, concluyó que la mayoría de los compuestos detectados eran plaguicidas, pero en bajas concentraciones y que el riesgo ambiental era improbable puesto que su situación sobre rocas impermeables protegía los acuíferos que estaban cerca. La investigación permitió constatar que era necesario ampliar la técnica del «screening» para conseguir identificar nuevos contaminantes.

El director del Grupo de Ingeniería de Residuos, Antonio Gallardo, explicó el primer trabajo realizado conjuntamente con la empresa, en que se estudiaron las alternativas de valorización del rechazo producido en la planta de tratamiento de Onda. La investigación permitió caracterizar el material mezcla y saber que el 87 por ciento del mismo era combustible por lo que era posible transformarlo en CSR (combustible sólido recuperado). También se comprobó que su uso estaba muy extendido en los países como Italia, Suecia, Alemania, Holanda, Reino Unido o Finlandia, pero que en España la aplicación se limitaba a las cementeras. Y que era necesaria una normativa española con estándares de calidad para favorecer su uso.

El director técnico de Reciplasa, Fernando Albarrán, señaló que dan servicio a 375.000 personas de 44 municipios del centro de la provincia, evitando, hasta el momento, la emisión a la atmósfera más de 900 toneladas de CO2.