Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Música, maestro"

La música por encima de los conflictos

La Unión Musical La Lira de Vila-real tiene su origen en 1848

DESDE sus inicios en 1848, cuando se formó la primera agrupación, los músicos vila-realenses han recorrido a lo largo y ancho la provincia de Castelló deleitando con sus melodías a todo aquel que así lo deseaba. Con el paso de los años, el número de integrantes con los que cuenta la agrupación ha crecido significativamente y lo sigue haciendo. De ser veintiún miembros en el momento de su fundación, en la actualidad tiene alrededor de setenta. Además, desde la actual Unión Musical La Lira apuestan por la formación de los más pequeños y, por ello, cuentan con banda juvenil e infantil y con una escuela de música.

El camino recorrido por la Unión Musical La Lira desde su nacimiento hasta la actualidad ha estado más lleno de sombras que de luces, aunque estas últimas siempre se han caracterizado por la brillantez y por enviar un mensaje unísono: frente a los conflictos y divisiones internas, la solución siempre llegó al centrarse única y exclusivamente en la música.

Si los orígenes se datan sobre el año 1848, cuando se tiene constancia de que se aprobó una acta para formar una agrupación musical compuesta por 21 miembros y dirigida por Blas García Batalla, lo cierto es que toda la documentación encontrada al respecto de su evolución habla de «un período de desavenencias y conflictos desde 1872», como se relata desde la agrupación, que supuestamente finalizaría trece años después con la creación de la Sociedad Musical de Villarreal, integrada por 28 músicos y dirigida por Julián Domínguez Cuadrado.

Los documentos históricos suelen dejar constancia de los hechos, pero a veces cuesta encontrar las razones de lo que sucede. En cualquier caso, parece acreditado que la calma duró apenas trece años más, dado que a partir de 1901 el cambio de directores era constante, daban cuenta de uno al año, una tónica que no hablaba demasiado bien de la estabilidad de una banda que en 1909, de manera irremediable, se disolvió, dado que «las diferencias y discrepancias no se habían suavizado, sino todo lo contrario».

Resulta difícil comprender qué podía pasar en la ciudad para que fuera tan complicado consolidar una actividad cultural de este tipo, pero queda patente el ánimo de muchas personas por superar esos conflictos, haciendo que la música se impusiera. El momento histórico más relevante en este sentido llegaría en 1911 con el nombramiento como director del vecino de Vila-real, José Goterris Sanmiguel, que entre otros méritos era discípulo de Francesc Tárrega.

Goterris marcó un antes y un después en la trayectoria de la entidad, imponiendo el aspecto cultural e interpretativo a todos los demás, llegando a convertirse no solo en un emblema de la banda, sino también de su pueblo natal.

De su mano comenzaron a asistir a festivales y certámenes musicales en Castelló y Valencia, que les granjearon reconocimientos en algunos de los más importantes. Su figura tuvo una importancia tan significativa en el devenir de la banda que quienes han analizado su historia afirman que «fue bajo su dirección cuando la sociedad musical recibió un impulso como nunca lo había conocido».

En el año 1924 la banda pasó a llamarse Sociedad Musical La Lira. Conscientes de que para consolidar el proyecto hacía falta trabajarlo desde la base, un año después se creó la Escuela de música y declamación musical, entre otras aportaciones interesantes a su organización y programación.

Pero la vida tenía un varapalo reservado para la agrupación en su momento de mayor esplendor: la muerte del maestro. Goterris fallece y con su desaparición volvió el caos. Le sustituyó su hijo, José Goterris Rambla, pero no volvió a ser lo mismo. Los cambios constantes en la dirección, sumado al contexto histórico convulso, acabó con la división en 1945 y su posterior disolución.

Se sabe que al menos durante dos o tres años, en plena postguerra, convivieron dos bandas «confrontadas por detalles de índole política», y así fueron sucediéndose los años y aunque no existe documentación entre 1946 y 1951, se sabe que no sería hasta 1953 cuando las aguas volverían a su cauce de la mano de Francisco Olmos Llop.

Nueva etapa

Las 2 bandas escindidas se unieron en la Unión Musical La Lira, alcanzando los 70 músicos y a partir de entonces, la normalidad se ha consolidado en una entidad que, en 1956 obtuvo el 1er premio de la Sección Primera del certamen de Castelló. La mejor manera de iniciar una nueva etapa.

La antigua escuela de educandos recibe un impulso en 1997, que tres años después obtiene el reconocimiento de la Generalitat, lo que le permite impartir formación en todas las especialidades vinculadas con la música de banda. En 1996 se creó la Banda Juvenil y una década después la infantil. En la actualidad toda su actividad gira entorno a las cuatro entidades (banda, bandas juvenil e infantil y escuela de música) y las actividades realizadas y ofertadas al público son numerosas y muy variadas. Además, cuenta con varias grabaciones entre las que se podría destacar la misa por el 700º aniversario de la fundación de la ciudad o la más reciente que recopila obras compuestas por músicos locales. Desde el año 2006 es director titular de La Lira Juan José Peláez Vilanova.

Compartir el artículo

stats