Pablo Álvarez es ese chaval de semblante tímido que en su interior guarda a un futbolista de muchos quilates. A un repartidor de juego de armas tomar. Una persona muy sencilla fuera del campo, pero grande y muy aplicada en el rectángulo de juego. Ha marcado varios goles esta temporada. El de ayer vale su peso en oro. Puede valer para hacer historia ya que el juvenil del Villarreal nunca en su historia superó los cuartos de final en esta competición. Lo marcó en el minuto 86 y dejó enmudecido el Pepe Ortíz de Mareo.

El partido de vuelta será el domingo a las 12.00 horas en el Mini Estadi, si no hay cambios de última hora. El 0-1 de ayer obliga a los gijoneses a salir a por todas en el feudo amarillo. A pesar de la ventaja, los asturianos demostraron que si están en esta ronda es por algo. Cuentan con futbolistas de altísimo nivel. La primera parte acabó sin goles, aunque con varias aproximaciones al área. Apretó el Villarreal que fue el que llevó la voz cantante. Los locales a la contra quisieron hacer daño, con ocasiones para Nacho y Bertín González. Volvió a estar extraordinario el meta zaragozano del submarino amarillo, Diego Lázaro, que también se está marcando una temporada de diez en su primer año en el conjunto vila-realense.

Con ese empate a cero goles y con acto de presencia de la lluvia se llegó al intermedio. En su reanudación en panorama no varió en exceso. Los locales insistieron e insistieron. En el minuto 57 el local Joel Sanabria se quedó solo ante el arquero Diego Lázaro y éste le ganó el mano a mano. También lo intentó uno de los mejores del Sporting, el mediocentro Pedro Díaz, pero Diego estuvo seguro y atrapó en dos tiempos.

El Villarreal también lo intentó. Villa y Darío arriba se movían bien entre la zaga asturiana. Por la banda derecha se hacía bastante daño con las subidas del lateral Migue. En la medular los Álvarez, Pablo y Fran, trabajaron a destajo, sin dejar de hablar del valladar defensivo con Arnau y Pau.

El final del partido fue de infarto, pero a falta de cuatro minutos para la conclusión una subida por la banda del lateral zurdo balear Joan Salvà fue rematado con la testa por Pablo álvarez. Sí, un ex del Sporting que presume de ser de Langreo, envió el cuero lejos del alcance del portero local Dani Martín. Era el 0-1 y poco tiempo por delante. Ahí quedó la cosa, con pie y medio en las semifinales de la Copa del Rey. Todo se decidirá el próximo domingo a las 12.00 horas en el Mini Estadi de Vila-real.