Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los críticos a Roca plantean convertir la CEC en un «lobby» alejado de las subvenciones

Un grupo de empresarios considera necesario reducir la estructura administrativa de la patronal e insiste en el relevo de Roca y Montero

Los críticos a Roca plantean convertir la CEC en un «lobby» alejado de las subvenciones

Empresarios de la patronal de Castelló abogan por transformar la organización en un «lobby» de presión desvinculándola de la tradicional ligazón a las subvenciones públicas por cursos de formación. Consideran que es la única forma de solucionar los graves problemas económicos que padece la CEC, que tiene un agujero de 500.000 euros y que a final de año podría entrar en concurso de acreedores.

«No podemos seguir igual, reuniéndonos cada cierto tiempo sólo para valorar la situación de las cuentas», subraya este grupo de empresarios. Las dimisiones anunciadas para la junta directiva del pasado jueves se aplazaron a la espera de otra reunión que el presidente de la Confederación Provincial, José Roca, prometió para esta semana, pero cada vez son más los empresarios que consideran que la única solución para la CEC pasa por un relevo de Roca y de su secretario general, Rafael Montero.

Este sector sostiene que la patronal castellonense ha de dejar atrás un modelo vinculado a la financiación pública y transformarse en un grupo de presión que apenas necesite estructura administrativa. A las asociaciones sectoriales se les cobraría una cuota simbólica y el grueso de los ingresos procedería de las empresas, explica. Las subvenciones públicas se limitarían a lo que fije la Ley de Función Institucional y se reduciría la plantilla. La CEC, señalan las mismas fuentes, se limitaría a defender los intereses de los sectores económicos de la provincia y ajustaría el importante armazón administrativo que dispone en estos momentos.

Es un nuevo modelo que ha de vencer las reticencias de Roca y Montero, que con 29 años de mando a las espaldas, no están por labor de aplicar demasiados cambios. Este esquema desmontaría el aparato burocrático actual de la CEC y supondría un giro de 180 gados en el modelo impulsado en las últimas décadas, que se ha amparado en subvenciones del Consell destinadas a cursos de formación.

La continuidad de los dos dirigentes veteranos, añaden desde la junta de la patronal, frena la entrada de 40 nuevas empresas de la provincia. Indican que son poco proclives a ingresar en estos momentos por la causa judicial abierta por presunto fraude en lo cursos de formación promovidos durante el mandato de Roca y Montero. La CEC cuenta en estos momentos con una decena de firmas, mientras entre las organizaciones sectoriales se ha dado de baja la patronal de talleres de automoción (Astrauto).

El representante de Ascer presentó hace dos semanas su dimisión de la vicepresidencia de la CEC por discrepancias con la gestión del presidente y del secretario general, mientras el resto de vicepresidentes (procedentes del transporte, construcción y Cepymev) cuestionó la viabilidad de sus cuentas, amenazando algunos de los mismos con dimitir.

Roca y Montero se aferran al cargo pese a las críticas recibidas y a los problemas económicos de la patronal. Integrantes de su junta directiva plantearon la semana pasada un cambio «tranquilo» con la constitución de una gestora provisional hasta la celebración de nuevas elecciones, pero ambos se niegan y los críticos advierten que la división irá a más.

Insisten en que las cuentas de este ejercicio son insostenibles al contemplar un desfase de ingresos y gastos de 500.000 euros y mantener una excesiva dependencia de las ayudas públicas. También califican de poco realista el plan de viabilidad presentado por Roca para los próximos cinco años.

Compartir el artículo

stats