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Peligro en ataque y debilidad física

El Atlético Malagueño destaca por su capacidad goleadora y su velocidad, pero tiene en su falta de potencia su punto débil

Peligro en ataque y debilidad física

Un rival complicado, pero no tan fiero como lo pintan. Así se podría definir al próximo rival del Castellón en la promoción de ascenso a Segunda División, un Atlético Malagueño que, a pesar de su peligro y descaro, cuenta con puntos débiles que pueden decantar la eliminatoria a favor de los albinegros.

Como se le presupone por el hecho de haber anotado 96 goles durante la temporada regular y por la circunstancia de ser un filial, el conjunto que dirige Manel Ruano destaca por ser un equipo con querencia por jugar la pelota, por explotar su velocidad y por su potente juego ofensivo. Además, como explica el periodista Manu Puga, de La Opinión de Málaga, el Atlético Malagueño cuenta con el cáracter que le imprime su técnico, Manel Ruano, que fue jugador del primer equipo y que la pasada temporada cnsiguió proclamarse campeón de Liga con el Juvenil del Málaga.

Pero Manu Puga apuntaba la endeblez física del equipo, una debilidad que puede hacer sufrir a los andaluces en la eliminatoria y de la que se puede aprovechar el Castellón. «En ese aspecto, el equipo sí que sufre. Por ejemplo, en el mediocentro juega con Deco, que es un hombre menudo y con un físico más endeble que puede sufrir si se le aprieta. Lo mismo sucede con los centrales, donde el único que aguanta más es el lateral izquierdo, Alberto López, que también es el capitán», señalaba Puga que también añadía que «a Calero, uno de los centrales, Javi Gracia se lo llevó a hacer la pretemporada con el primer equipo, pero en un amistoso en Alemania tuvo un par de errores garrafales y ya no volvió a jugar».

Además, se trata de un equipo «muy joven, con muchos jugadores muy verdes. De hecho, Ontiveros y Kuki Zalazar aún están en edad juvenil y ganaron la Copa de Campeones hace poco». Por eso, jugar en un estadio de grandes dimensiones y con mucho público, como puede ser Castalia el próximo domingo, podría ser un problema para ellos. «Como juegan en el Campo de la Federación normalmente, de pequeñas dimensiones, y la mayoría de campos aquí son así y con césped artificial, quizás el salto pueden notarlo», comentaba desde La Opinión de Málaga.

De hecho, la inexperiencia puede ser una losa para el filial blanquiazul. «Hace dos jugó en La Rosaleda ante 11.000 espectadores, con Salva Ballesta de entrenador y el equipo lo acusó y no logró el ascenso. El otro día, ante el Vilafranca, con unas 5.000 personas en la gradas, no estuvieron cómodos en la primera mitad», explica Puga.

Presión por ascender

Aunque Manel Ruano aseguraba que el filial no tenía presión para subir de categoría, Puga afirma que «eso es un milonga. El club está deseando que el equipo ascienda. Lo ideal sería subir y que no hubiera un salto tan grande de categoría entre el primer y el segundo equipo. De hecho, cuando llegó el jeque Al-Thani, hace seis años, se habló de comprar incluso una plaza en Segunda B y el equipo siempre se ha clasificado para disputar la fase de ascenso».

Además, Puga apuntó que, aunque no está confirmado, es más que posible que la vuelta se dispute en La Rosaleda el domingo a las 12.00, como ya se hizo en la primera ronda contra el Vilfranca. «Aunque puede que el campo se les haga grande, es lo más normal que el club vuelva a hacer lo mismo. Además, en la pasada eliminatoria, se pusieron precios populares como eran cinco euros para los no socios y un euro para los abonados, para enganchar a más público», apuntaba Puga. Pero esto puede ser un arma de doble filo porque «la presión y el calor le pueden pasar factura a los chicos».

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