La vuelta a la normalidad llega a TAU Cerámica casi un año después de haber entrado en concurso de acreedores y tras haber sido adjudicada por el juzgado de lo mercantil número 1 de Castelló el pasado mes de mayo a Portovan S.L., perteneciente a la firma almazorense Pamesa.

El día de ayer, 1 de junio, era la fecha estipulada en el momento de la adjudicación por el grupo de Fernando Roig para empezar con la producción y la utilización de los cuatro hornos de los que disponen las instalaciones de TAU Cerámica. Sin embargo, esa circunstancia no se ha dado todavía debido a que la directiva del grupo empresarial seguía manteniendo ayer por la mañana reuniones para marcar el momento de inicio de los nuevos trabajos.

Durante el día de ayer, este periódico pudo saber que las instalaciones de TAU Cerámica continúan utilizando únicamente dos hornos -los mismos que eran utilizados en el momento de la adjudicación a Roig-. A pesar de continuar con la producción en los hornos que ya estaban en funcionamiento, trabajadores de la entidad hicieron saber que un tercer horno ya está preparado para comenzar a funcionar en el momento que haya luz verde para ello. Además, según parece, ya hay previsión para empezar a trabajar con los productos de Pamesa en las instalaciones de TAU.

En cuanto al número de trabajadores, la empresa azulejera mantiene su plantilla intacta en los 143 empleados que ya tenía.

Antecedentes

Tras meses en concurso de acreedores, fueron dos las empresas que se disputaron finalmente la compra de TAU Cerámica: Pamesa y Sherpa Capital. En el momento de la adjudicación, el juez tuvo en cuenta la opinión de los trabajadores -quienes apostaron por Pamesa- y el compromiso del grupo de Fernando Roig a pagar a los 143 empleados de la azulejera los ajustes y atrasos aplicados en 2014 y 2015, que ascienden a 480.100 euros.

Del mismo modo, en ese momento, la nueva directiva de TAU Cerámica señaló que mantendría en plantilla a esos 143 trabajadores existentes, tal y como ocurre con la previsión de realizar nuevos contratos en el supuesto de que fuese necesario por circunstancias de la producción.

Asimismo, el grupo azulejero vila-realense se marcó como objetivo reconvertir por completo las actuales instalaciones en un plazo de tres años. Unas obras con un coste estimado de 15 millones de euros.

Con la creación de estas nuevas instalaciones, el grupo Pamesa busca utilizar las instalaciones de TAU para implantar una nueva línea de producción -prensado continuo- con la que poder realizar formatos de gran tamaño.