La Caja Rural de Onda aprobó ayer sábado en el teatro Mónaco, con la unanimidad de los socios asistentes, unos beneficios de 655.000 euros en el ejercicio 2015, un 53,48% más que en 2014, según informaron fuentes de la entidad financiera, que explicaron este resultado por las menores necesidades de provisiones por insolvencias, adicionadas a los resultados obtenidos en la venta de inmuebles.

Desde el resultado mínimo obtenido en 2012 como consecuencia de las elevadas exigencias en materia de provisiones establecidas por el Banco de España, el resultado de la Caja Rural, aunque todavía moderado, no ha parado de crecer de forma ininterrumpida, según destacaron. Este resultado se destinará básicamente a incrementar los recursos propios de la Caja Rural al convertirse en Reservas, al tiempo que posibilitará un retorno cooperativo a los socios que estimamos en el 5% de los intereses cobrados por los mismos en el año 2015.

Los depósitos, en aumento

Los depósitos de la clientela, que suponen la principal fuente de recursos de la caja, aumentaron durante el año 2015 un 3,65 % hasta alcanzar los 207,6 millones de euros, empujados «por el excelente comportamiento de las cuentas corrientes», que crecieron un 12,91% y de las cuentas de ahorro a la vista, que lo hicieron un 10,60%. Por el contrario, los depósitos a plazo apenas aumentaron un 0,13 %, situándose a final de año en 129,9 millones de euros.

La Caja Rural explica este comportamiento por la evolución de los tipos de interés, situados en mínimos históricos como consecuencia de las políticas de inyección ilimitada de fondos en el sistema financiero a tipo de interés cero llevadas a cabo por el Banco Central Europeo. En cuanto a la inversión de los recursos administrados, de sus tres grandes componentes (entidades de crédito, crédito a la clientela y valores representativos de deuda), el primero de ellos, entidades de crédito, redujo su peso de 43,6 millones a 25,7 millones de euros, dada la baja rentabilidad ofrecida por este tipo de inversión.

En cuanto al crédito a la clientela, éste pasó de 108,8 millones a 102,7 millones de euros. «La atonía en la actividad económica de nuestro entorno hace que la nueva demanda de crédito todavía no llegue a cubrir la amortización de los préstamos en vigor», explicaron desde la entidad financiera.

Respecto al tercer gran componente del activo, los valores representativos de deuda, estos han crecido 24,5 millones de euros, al pasar de 76,9 a 101,4 millones a fin de ejercicio.

«Ante la atonía en la demanda de crédito y los bajos intereses ofertados por los depósitos de entidades de crédito, este tipo de activo se ha convertido en el valor refugio de las inversiones de la Caja Rural, al combinar seguridad y una moderada rentabilidad», señalaron desde la entidad.