El italiano Valentino Rossi (Movistar Yahama) ganó el Gran Premio de Catalunya al imponerse en un emocionante duelo a Marc Márquez (Repsol Honda) que, no obstante, se marchó de Montmeló como líder del Mundial tras la caída de su compatriota Jorge Lorenzo. El mallorquín empezó como un tiro el Gran Premio, pero poco a poco su Yamaha fue perdiendo ritmo. Su liderato apenas duró seis vueltas porque, en un visto y no visto, le pasaron la Honda de Márquez, la Yamaha de su compañero Rossi, la Honda de Dani Pedrosa y la Suzuki de Maverick Viñales.

Cuando Andrea Iannone quiso unirse a la fiesta y superar a Lorenzo con su Ducati, se lo llevó por delante en la curva de La Caixa -una de las modificadas el viernes tras el accidente mortal de Luis Salom-, arruinando su carrera y también el liderato. De camino al box, Jorge Lorenzo, visiblemente enfadado, afeó la acción a Ianonne, que también se cayó en la maniobra, y aunque éste lo interpeló, el mallorquín no quiso escuchar sus explicaciones.

Delante, Rossi y Márquez se habían quedado solos. Pedrosa rodaba cómodamente tercero en terreno de nadie, pues Viñales, que era cuarto, estaba a casi ocho segundos del catalán y no podía inquietarle. Así que el foco de la carrera estaba en la cada vez más enconada rivalidad entre Rossi y Márquez, quienes hicieron disfrutar de lo lindo a los casi 100.000 espectadores.

Márquez probó a adelantar a Valentino en varias ocasiones y estuvo a punto de irse al suelo en un par de ellas. La Yamaha era más veloz en el paso por curva y Rossi, uno de esos rivales que nunca deseas tener en el cuerpo a cuerpo, tapaba todos los huecos. La Honda solo se imponía en la recta de meta y Márquez superó justo ahí a su rival, a su paso por la vuelta 20, pero pronto se dio cuenta de que sería imposible aguantar en cabeza. En uno de los ataques de Rossi, el español, que sufría lo indecible para mantener la posición, se pasó de frenada. Ya no lucharía más en las dos últimas vueltas. El italiano, que no ganaba en Montmeló desde 2009, se llevó un triunfo absolutamente merecido, pero Márquez vuelve a mandar.

Apretón de manos

Ambos pilotos se estrecharon la mano en el podio, en un gesto que se entiende como una reconciliación después de que el italiano provocase la caída del catalán en octubre pasado en Malasia.