El Villarreal hizo historia ayer. Por primera vez en seis participaciones alcanzó las semifinales de la Copa del Rey, tras derrotar ayer al Sporting de Gijón en el Mini Estadi. También vencieron los vila-relaenses en la ida, en Mareo. El gol de Fran Álvarez en el primer tiempo desatascó el duelo y, tras el descanso, el vendaval amarillo marcó las diferencias que sentenciaron la eliminatoria. El conjunto de la Plana Baixa conocerá esta tarde a su rival en las semifinales, que se disputarán el próximo fin de semana. Su contrincante saldrá el Levante, Real Madrid o Atlético de Madrid, que ayer lograron imponerse a sus respectivos oponentes.

El equipo de Javi Calleja controló el balón y el partido. Marcó un gol y pudo anotar otro, de la misma manera que pudo encajar uno que hubiese significado el 1-1 en esa primera mitad. La verdad es que no fue un partido fácil por las ganas con las que saltaron al terreno de juego los asturianos. Dentro de esa igualdad, las mejores ocasiones se sucedieron en el área gijonesa. A los nueve minutos el central Arnau Vega voleó desviado, por la izquierda del marco defendido por Dani. Y en el minuto 20 llegó la gran acción de Fran Álvarez, que tras varios recortes, entró en el área y de tiro ajustado superó al portero del Sporting. Era el 1-0 que ponía tierra de por medio. Tres minutos más tarde Villa tuvo en sus botas el segundo gol, pero envió a las nubes. Pudo empatar el bullicioso Joel Sanabria en el minuto 38, pero su tiro cruzado no entró.

La sentencia amarilla

En la segunda parte el Villarreal solventó muy pronto el encuentro con un verdadero golazo de Fran Álvarez, que hizo doblete. A la salida de un córner y tras varios rechaces, Luismi recortó la diferencia. Luego, un penalti de Ricki Méndez sobre Martín Arenas fue transformado en gol por Chuca por toda la escuadra. Y el 4-1 definitivo fue un tremendo gol del goleador alicantino Darío Poveda, de un tiro muy cruzado. Al final triunfo y pase para las semifinales de la Copa del Rey.