La concejala de Comercio del Ayuntamiento de Benicàssim, Elena Llobell, presentó en la comisión informativa celebrada ayer un primer borrador de propuesta de acuerdo para que Benicàssim se convierta en impulsora del consumo de productos de proximidad, también conocidos a groso modo, como «Km O».

Llobell señaló que «consideramos que hay que desarrollar acciones encaminadas a potenciar la agricultura y la ganadería locales y los productos de proximidad, de manera que se posibilite articular un eje económico-social vertebrador que permita consolidar las economías de las localidades. Debemos emprender acciones dirigidas a la consolidación de las empresa familiares del municipio y nuestro entorno más cercano, promoviendo el valor de nuestros productos locales, ecológicos y artesanales, promoviendo la transformación y comercialización de los productos autóctonos y permitiendo también recuperar también nuestra gastronomía tradicional».

La propuesta se ha realizado para cumplir con el compromiso abordado en uno de los últimos plenos municipales que pretendía impulsar el consumo de los productos autóctonos. En aquel momento, el acuerdo propuesto por Compromís tenía «demasiadas lagunas y puntos de disconformidad», con lo cual, los grupos se emplazaron a elaborar una propuesta más adecuadas a Benicàssim con la incorporación de las sugerencias del resto de grupos.

Llobell presentó ayer su iniciativa en las comisiones con la voluntad de mostrar el compromiso municipal para impulsar una campaña de sensibilización en el consumo de productos locales, tanto de venta directa como de consumo en empresas del tipo hostelería y restauración.

Además, como indicó la concejala de comercio, también queremos impulsar la adhesión a la campaña que está desarrollando la Unió de Llauradors titulada «Del camp a l'escola» que busca promover el uso de productos, sobre todo frutas y verduras, en los colegios y centros de formación que tienen comedor.

La edil destacó que «potenciando los productos de proximidad estamos ayudando a muchos productores de nuestro entorno, locales y provinciales, pero además es un ejercicio de responsabilidad social, puesto que con estos productos de proximidad se disminuyen los tiempos de transporte ahorrando en almacenaje, embalaje, envasado y combustible. Además, la disminución de los costes de producción, la contención en la manipulación de los alimentos y la práctica desaparición de los intermediarios tiene una incidencia directa en el precio de los productos y su calidad».