Expertos y Administraciones públicas coinciden desde que estalló la burbuja inmobiliaria en la necesidad de potenciar la rehabilitación para impulsar el sector de la edificación. Esta alternativa todavía se encuentra en un estadio muy embrionario en España, ya sea por falta de tradición social o por insuficientes ayudas públicas. El gerente de la Fundación de Eficiencia Energética de la Comunitat Valenciana (f2e), Víctor Gaceta, expuso ayer en una jornada de rehabilitación el modelo de ayudas de Italia, países que se encuentra a años luz del territorio español. En este caso, un propietario recupera el 50 % de la inversión en una reforma de una vivienda a través de las declaraciones de la renta de los diez años siguientes.

«Por eso luego te encuentras con palacetes del siglo XVIII rehabilitados o te sorprende la cantidad de gente que apuesta por vivendas de segunda mano frente a nuevas construcciones», subrayó el gerente de la fundación, que participó en una mesa redonda en la jornada de rehabilitación y eficiencia energética Renova't organizada en la UJI por el Colegio de Arquitectos.

Gaceta destacó que la inversión en rehabilitación luego se amortiza porque propicia un ahorro en el consumo energético. Además, resaltó que genera puestos de trabajo que luego redundan en la ciudadanía. En el foro también intervinieron Jaume Prior, presidente del colegio de arquitectos de Castelló; Alfredo Sanz, presidente del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Castelló; y Francisco Nomdedéu, presidente Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castelló. Todos señalaron que hace falta concienciar a la sociedad sobre las ayudas que existen para reformar. Para ello creen que se deberían facilitar los cauces de información. «Ahora las conocemos los técnicos pero no el ciudadano de a pie», apuntó Gaceta que sostuvo que el Gobierno ha llegado a devolver en ejercicios anteriores parte de subvenciones de rehabilitación a la Unión Europea por falta de solicitantes. Este año, la Generalitat ha lanzado en el primer trimestre 12,5 millones para rehabilitación, de los que 10, 5 proceden del Estado y el resto del Consell. Subvenciones hasta un 35 % de una actuación con una cantidad máxima de 15.000 euros por vivienda y 100 metros cuadrados de local.

Cada actuación requiere un informe previo de eficiencia (ITV de edificios) pero a estas alturas sólo tres municipios de la provincia (Benicarló, Vinaròs y Onda) han redactado la correspondiente ordenanza, según el presidente del colegio de arquitectos, que admitió que al ritmo actual de rehabilitación es complicado que España tenga adaptado su parque inmobiliario a las condiciones de accesibilidad y eficiencia en 2020, objetivo marcado por la Unión Europea. «Nuestra obligación es dar a conocer las ayudas para la rehabilitación a toda la sociedad e intentar que esta acción se valore. Creemos que el ámbito de la construcción pasa por la rehabilitación», remarcó Prior.