La alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, y los responsables de la Fundación Salomé Moliner, rubricaron ayer el acuerdo mediante el cual el consistorio cede a la entidad la gestión de la unidad de respiro de Santa Quitèria, que estará ubicada en la Casa de la Ermitana.

El objetivo de la fundación es atender y cubrir las necesidades tanto de las personas con Alzheimer como de sus familiares, a través de terapias específicas y el apoyo psicológico. «En una población como Almassora, que roza los 30.000 habitantes, la necesidad de crear una unidad de respiro era imperante», explicó ayer la primera edil almazorense, Susanna Nicolau. ldc almassora