Mientras José Roca y Rafael Montero sigan como presidente y secretario general, respectivamente, de la patronal castellonense CEC, los dirigentes empresariales de Valencia ven imposible que esa organización se sume a un gran acuerdo para la refundación de la autonómica Cierval. Así que, según las fuentes consultadas, desde esta última se está trabajando para lograr un acuerdo con los alicantinos de la Coepa.

El rechazo de estos al proyecto, que pasa por crear una única entidad autonómica, con representación de sectores y empresas, absorción de la valenciana CEV y mantenimiento de estructuras mínimas en Alicante y Castelló, es todavía tan frontal como el de los castellonenses, pero las citadas fuentes aseguran que «es posible» un acuerdo con Alicante, a pesar de que la Coepa, en concurso de acreedores, podría ir a la liquidación.

Aunque la voluntad es que Castelló se avenga a participar de un consenso general, su situación interna lo hace muy difícil. El concurso de la CEC no es indispensable para un acuerdo general. Los estatutos de la Cierval establecen que su reforma debe ser aprobada por el 75 % de los votos de la asamblea. Castelló dispone del 26 %, Valencia, del 41 % y Alicante, del 32 %. La suma de estas dos últimas —si se añaden sus respectivos restos— llega casi al 74 %. Es decir, al borde del mínimo exigido.

Sin embargo, los dirigentes empresariales confían en que lograrían los votos que requirieran para el 75 % de los críticos en Castelló con Roca y Montero, que crecen día a día, aunque siguen sin plantear una alternativa.

Mientras, la Cepyme de Alicante, que no forma parte de la Coepa, entró de lleno en la guerra abierta por el nuevo modelo de organización patronal. La confederación de pymes presidida por Cristóbal Navarro dejó ayer muy claro que, con independencia de lo que ocurra con Coepa, no va a permitir que la autonómica Cierval se apodere de la representación empresarial de la provincia y sustituya a esta organización por una simple delegación. Es más, Cepyme considera que la patronal presidida por José Vicente González forma parte de un modelo de patronal que considera «fracasado» -«al servicio y servilismo del poder político», señala el comunicado remitido ayer— y cree que debería liquidarse, al igual que, en su opinión, ocurrirá finalmente con la Coepa. La organizaciones de pymes de Alicante denuncia que «Cierval intenta salvarse pisando las cabezas de las moribundas organizaciones provinciales» a las que, en su opinión, ella misma ha «conducido al desastre».

No obstante, los problemas financieros de Cierval derivan del impago de cuotas de Coepa y la patronal de Castelló.