Llegó el tiempo de vacaciones y los desplazamientos a la zona marítima se multiplican. Ya se aprecian retenciones en la carretera del Puerto y Grao, el aumento de transito también se aprecia en los caminos rurales que van a la zona marítima. Estos caminos siguen deteriorándose sin que se haya tomado ninguna medida ni tan siquiera para tapar aquellos desperfectos que por el tiempo que llevan sin ser restaurados asumirán derechos adquiridos.

No es la primera vez que la gente denuncia esta falta de mantenimiento de los caminos rurales, sobre todo de aquellos que son más transitados, tampoco es la primera vez que felicitamos a los conductores por la habilidad que tienen para esquivarlos. Tampoco será la última porque la gestión municipal en este tema es tan lento que no se ha llegado a tiempo para tener estos caminos antes del inicio del verano.

Cuando se anuncian los proyectos se hace con tanta euforia que los vecinos creemos que las obras anunciadas se realizaran unos días después del citado anuncio. Como suelen decir nuestros mayores del «dicho al hecho hay un trecho», se anunció la reparación de los caminos rurales y las obras posiblemente se realicen en pleno verano, el argumento será de que estos caminos deben estar a punto para la campaña naranjera, cuando hoy en día el transito rodado supera en creces al que pueda existir en la campaña naranjera.

Si analizamos todos los proyectos anunciados desde que se inició la actual legislatura, tendríamos que reconocer que lo referente a obras, mercado de la playa, nuevos nichos en el cementerio, los caminos rurales, la gestión o la falta de decisión es tan costosa que al final nos aburrimos de escuchar las propuestas que dicen tener los gobernantes. Las obras de la carretera del Puerto, como es lógico se iniciaran después del verano, pero las anunciaron como hechas a los pocos meses de iniciarse esta legislatura.