El equipo de gobierno de la Vall d'Uixó decidió ayer por la mañana desestimar la petición de renuncia presentada por el funcionario encargado de instruir el expediente de investigación relacionado con el caso de los nichos vacíos en el cementerio municipal. En la Junta de Gobierno se consideró que «lo normal es que la misma persona que ha iniciado la investigación la acabe», como explicó el primer teniente de alcalde, Antoni Llorente, por lo que esta misma semana se volverá a citar al ex alcalde, Óscar Clavell, para que declare.
La renuncia del funcionario se convirtió en noticia la semana pasada después de que el Partido Popular decidiera presentar una denuncia frente a la Fiscalía por lo que consideraban la filtración de información «reservada» del citado expediente. La denuncia, según confirmó hace una semana el vicesecretario del PP, Alberto Sanfélix, se presentaba contra el instructor «porque no está custodiando los documentos» que obran en el expediente, lo que consideraron una «infidelidad respecto de sus obligaciones».
La primera reacción se conoció al día siguiente, cuando a través del registro de entrada el trabajador municipal, un agente de la Policía Local, presentó su renuncia. Pocas horas después, Antoni Llorente explicó que la intención del equipo de gobierno era estudiar su petición, aunque ya avanzó que cabía la posibilidad de que no se la aceptaran y esa ha sido precisamente la decisión tomada. Las razones que argumentaba el afectado tenían que ver con que se estaba produciendo un ataque lesivo contra él, pero según el portavoz municipal «si todos los fiscales o jueces hicieran lo mismo cada vez que se va contra ellos, nadie querría juzgar nada».
De este modo, el instructor del expediente investigador recibió ayer la notificación con la decisión del equipo de gobierno. A partir de ese momento «deberá volver a citar a Clavell y concluir el expediente».
En cuanto a qué sucederá una vez se recabe toda la información, Llorente manifestó que, desde su punto de vista, el mismo instructor «si ve indicios de algún delito debería de remitir él mismo la documentación a la Fiscalía», aunque tampoco descartó que fuera el equipo de gobierno el que lo hiciera, sobre todo teniendo en cuenta que, como manifestó el concejal la semana pasada, las declaraciones de los operarios del cementerio «sí que apuntan a que fue Óscar Clavell quien ordenó llevar a cabo estas presuntas irregularidades».
Como ha venido informándose desde que se produjeron los hechos, las irregularidades consistirían en haber tapado al menos dos nichos ubicados en lugares menos preferentes, a pesar de estar vacíos, para beneficiar a terceros, ignorando las indicaciones de la ordenanza municipal. En uno de estos espacios se llegó incluso a colocar una lápida con un nombre falso, Aitor Iureta, un extremo que se habría confirmado tras consultar en el INE que corroboró que «no aparece ni ha aparecido nunca en los censos».
Implicaciones legales
Por el momento, desde el equipo de gobierno solo se tiene la certeza de que las irregularidades existen, aunque se desconocen las implicaciones legales, tanto para el ex alcalde de la Vall d'Uixó, como para los trabajadores que se encargaron de tapar los nichos a sabiendas de que estaba mal sin denunciarlo. Según Antoni Llorente, será la Fiscalía «la que evalúe cuáles son las posibles irregularidades que se han podido cometer y si pueden tener alguna consecuencia jurídica».
En cuanto al posicionamiento del PP, Llorente criticó que hasta el momento no se haya dado ninguna explicación pública «hacen ruedas de prensa para hablar de cualquier cosa, pero no la han hecho para tratar un tema tan delicado como este» lo que, desde su punto de vista, pondría de manifiesto que su única intención al presentar la denuncia ha sido «ralentizar el tema» y salvar así la campaña electoral.
