La selección española y Andrés Iniesta, admirado por todos en la primera jornada de la Eurocopa 2016, avistan hoy los octavos de final, entre la buena versión del pasado lunes y el déficit de gol, ante Turquía y Arda Turan en el estadio de Niza, donde el triunfo garantiza el pase.

Al frente, por fútbol, por rendimiento y por clase, está Iniesta. Su sensacional encuentro contra la República Checa, sin reflejo en el once ideal de la primera jornada de la UEFA, mantiene asombrado a todos en la Eurocopa 2016. Con él, la posesión de España es temible para sus adversarios. Ahí incide ahora Fatih Terim, seleccionador de Turquía, para preparar el duelo de hoy, en el que su bloque necesita puntuar sí o sí.

La derrota contra Croacia (0-1) aceleró esa obligación del conjunto turco para no depender de resultados ajenos en sus pretensiones de acceder a octavos de final y marcó también a Arda Turan, criticado y lejos del nivel de determinación y liderazgo que requiere su selección y su condición de pieza clave para el equipo.

España necesita ganar porque su pase ya será entonces irrefutable y porque le pondrá en una situación ideal, a falta de un partido y dependiendo de sí misma, para ser primera de grupo en la última jornada frente a Croacia. El liderato de su cuarteto ofrece un duelo más amable en octavos —contra un tercero— y evita cruzarse contra el primero del E (Italia, Bélgica, Suecia o Irlanda), en el caso de ser segunda, o del de Francia o Inglaterra, siendo tercera.

David de Gea seguirá en principio como el elegido para la portería y en el resto de posiciones no se esperan variaciones. Morata cuenta de nuevo como delantero. Él o Aritz Aduriz ocuparán esa posición. Por detrás, no se prevén modificaciones ni en la defensa (Juanfran, Piqué, Ramos y Alba) ni en el medio campo (Iniesta, Busquets y Fábregas) ni en las bandas (Silva y Nolito) en el equipo español, con toda la plantilla a disposición del técnico.