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Educación y solidaridad en el corazón de Segorbe

La entidad persigue extender su labor a otros municipios de la comarca para ayudar a más familias

Si hay una asociación entregada y solidaria en Segorbe esa es la Asociación Fray Luis Amigó. Prueba de ello es el último de los premios que recibieron el pasado viernes de la obra social La Caixa por la puesta en marcha de uno de los proyectos más innovadores y solidarios, del que tan solo hay dos de las mismas características y con esta metodología en España.

Se trata de un centro socioeducativo gestionado por la propia asociación en el que se da ayuda escolar, merienda y hábitos higiénicos a niños de familias que están pasando por necesidades económicas. Fue el pasado febrero cuando este centro educativo, ubicado en pleno centro de la ciudad en un espacio cedido por las Hermanas Terciarias, abrió sus puertas con un profesor de apoyo y tres alumnos para iniciar una andadura apasionante.

Cuatro meses después el centro cuenta con 15 alumnos de entre 7 y 11 años, 5 profesores, un psicólogo y una bolsa de 10 voluntarios para colaborar en las meriendas.

Aún así, según comenta el alma mater de este proyecto y presidenta de la Asociación, Teresa Cándido, «todavía esperamos llegar a más ya que tenemos capacidad para albergar a 20 niños». Actualmente, todos los usuarios son de Segorbe. Sin embargo, la Asociación Fray Luis Amigó se plantea llegar más allá y acercar su proyecto solidario a toda la comarca. «Es nuestro nuevo objetivo, por el que trabajaremos y sabemos que algún día lo conseguiremos», comenta Teresa, quien explica que «queremos llegar a muchos niños». «El objetivo es que el uso sea rotativo y en cuanto las familias se van recuperando poder dar paso a otros niños con necesidades», incide.

Solidaridad

La Fundación Fray Luis Amigó comenzó su labor hace veinte años junto con las Hermanas Terciarias capuchinas, por la inquietud de un grupo de segorbinos que se unieron para recaudar fondos y honrar con una escultura la imagen de Fray Luis Amigó. Desde entonces, este grupo ha continuado su labor solidaria con el fin de colaborar con el colegio de acogida de la Resurrección hasta que, hace diez años, y viendo que el número de iniciativas que organizaban iban a más, decidieron constituirse como Asociación. Actualmente, la entidad cuenta con alrededor de una veintena de benefactores que aportan sus ayudas. «No hay cuotas ni socios», apuntan desde la junta, quienes explican que además, la ayuda por parte de instituciones como la Fundación Bancaja, la Obra Social la Caixa y la Diputación Provincial de Castelló, «está siendo clave para continuar la labor». «También la cesión de las Terciarias del local y la ayuda de Cáritas para las meriendas, los establecimientos de Segorbe y gente anónima que se acerca para aportar su granito de arena es fundamental», destacan.

Tal como explica la fundadora, «nuestra preocupación siempre ha sido apoyar a niños de familias desestructuradas, con necesidades y riesgo de exclusión social y por ello comenzamos hace tres años este proyecto del centro educativo que hoy día, ya es una realidad». Cándido apunta que «ponerlo en marcha fue un trabajo largo, laborioso y complicado, pero, sin duda, es un proyecto maravilloso, ilusionante y muy satisfactorio, por el que hemos y seguimos trabajado mucho y del que nos sentimos muy satisfechos».

Actualmente, los niños acuden al centro a las cinco de la tarde y, tras lavarse las manos, meriendan para, posteriormente recibir las clases extraescolares.

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