Parece que el técnico del Villarreal, Marcelino García, y la dirección deportiva del club castellonense tienen muy clara la clase de jugador que quieren para reforzar la zona defensiva del equipo. La entidad amarilla se encuentra en un estado muy avanzado en las conversaciones para hacerse con Diego Llorente y Alfred N'Diaye, en primero en calidad de cedido y el segundo como traspasado. Dos hombres que presentan un perfil de jugador bastante similar y que vendría a suplir una carencia que ha perjudicado al conjunto de la Plana Baixa en momentos puntuales: su falta de fortaleza física.

Tanto Llorente como N'Diaye le ofrecen a Marcelino ciertas características de las que el equipo anda algo corto ahora mismo. Por un lado, se trata de dos hombres que destacan por su altura y por su físico. El madrileño mide 1,85 y el franco-senegalés alcanza el 1,87 de altura. Además, sobre todo en el caso del jugador del Betis, aportaría cuerpo al equipo. N'Diaye, de 26 años de edad e internacional absoluto por Senegal, ofrecería una contundencia y un peso en la medular que sería el complemento perfecto a Manu Trigueros y Bruno Soriano y daría un punto más de fuerza física que la que aporta Tomás Pina. El manchego podría entrar en la operación y marcharse al Betis, en un traspaso que podría costarle unos 4,5 millones de euros al Villarreal.

Tampoco se queda atrás Diego Llorente. Aunque todavía se trata de un jugador en formación, a sus 22 años, ha demostrado su capacidad para competir al máximo nivel y su resistencia física. La pasada temporada, en la que estuvo cedido en el Rayo Vallecano tras dos temporadas en el Real Madrid Castilla, fue uno de los hombres que más minutos acumuló. Paco Jémez, el técnico de los vallecanos, mostró una confianza ciega en él y Llorente se la devolvió convirtiéndose en una de las revelaciones de la Liga y en el amo de la zaga rayista.

Dos comodines

Aparte del físico y de la competitividad que aportarían al equipo amarillo, Llorente y N'Diaye también serían dos comodines para la plantilla de Marcelino. Con la marcha de Eric Bailly en la zaga y la baja de Daniele Bonera, al que se le termina el contrato el 30 de junio, el Villarreal necesita buscar alternativas para su retaguardia. Además, en una temporada que será muy exigente si el submarino supera la previa de la Champions League, Marcelino necesitará numerosos hombres para realizar rotaciones en la medular.

Tanto N'Diaye como Llorente se pueden adaptar a estas dos posiciones. Es cierto que, en el caso del madrileño, su posición habitual es la de central, mientras que el verdiblanco se ha establecido como un centrocampista de corte defensivo. Pero ambos jugadores tienen la capacidad de adaptar su posición y jugar en otros lugares del campo.

En el caso de Llorente, la pasada campaña ya disputó algún encuentro como mediocentro. Por ejemplo, en Copa del Rey contra el Getafe, Paco Jémez adelantó su posición y le hizo jugar junto a Roberto Trashorras.

También se debe añadir que, para Diego Llorrente, el Villarreal puede ser el club perfecto para crecer como futbolista. El equipo castellonense ha intentado convencer al Real Madrid para que acceda a su cesión recordando los ejemplos de Gabriel Paulista y Eric Bailly. Otros dos centrales jóvenes que, en apenas año y medio en el submarino, progresaron de una forma muy notable.

Por su parte, Alfred N'Diaye puede vivir el proceso inverso al de Llorente. Aunque su posición natural se sitúa en el centro del campo, como acompañante a un hombre más creativo y con la misión de destruir el juego del adversario, también puede adaptarse a jugar como central. No sólo en su estancia en el Betis ha ocupado esta posición, también en otros dde sus clubes, como el Nancy, el Bursaspor o el Sunderland, el franco-senegalés ha mostrado su capacidad de adaptación.