La noticia de que tanto el Ayuntamiento de la Vall d'Uixó como la dirección general de Patrimonio tendrían la intención de recuperar la antigua Fàbrica de la Llum para convertirla en un museo de historia local, ha sido bien recibida por una de las entidades locales que más ha reivindicado una actuación de este tipo, la Asociación Arqueológica de la Vall, aunque en palabras de su presidente, Fernando Martínez, «es una lástima que el museo en la fábrica sea la vieja excusa que siempre se ha utilizado desde el consistorio ante nuestras reivindicaciones».
Martínez recordó ayer que la creación del Museo Arqueológico de La Vall «es una vieja reivindicación de la asociación desde hace 25 años», aunque el tiempo ha pasado y en la actualidad, a pesar del evidente desarrollo turístico que ha experimentado la ciudad en los últimos años, esta ciudad, con más de 30.000 habitantes, no cuenta con ningún edificio cultural de esta naturaleza, al menos en las condiciones que requeriría el abundante patrimonio arqueológico existente, proveniente de los numerosos yacimientos que se diseminan por el término municipal. Tanto es así que desde la Asociación Arqueológica se lamentó que esta demanda «ha pasado por los gobiernos locales de todos los colores, pero no le han dedicado ni medios, ni presupuesto, ni interés».
El problema, desde el punto de vista del presidente de esta entidad cultural, es que tampoco se ha hecho nada por mejorar las infraestructuras existentes. Fernando Martínez explicó que «el actual museo, desde su apertura en el año 1989, ha permanecido más tiempo cerrado que abierto, sin función social ninguna». Los hallazgos que se guardan en su interior no solo no se exponen, sino que también se deterioran por la humedad y un estado de conservación poco adecuado, por falta de medios.
En la misma página web del ayuntamiento se reconoce que «no cuenta con salas de exposición» y funciona «como Servicio Municipal de Arqueología y Patrimonio». El museo, ubicado en las emblemáticas Casetes dels Mestres, solo sirve para guardar los fondos que se expondrían «periódicamente en pequeños lotes», en una sala habilitada para este fin en el Palau de Vivel. Los técnicos del área, entre otras cosas, «proporcionan orientación sobre documentación y trámites a realizar previamente a la ejecución de obras localizados en cascos históricos o zonas arqueológicas catalogadas», o programan actividades «dedicadas a los escolares del municipio con la finalidad de enseñar a cuidar y apreciar el patrimonio local», aunque curiosamente, según se critica desde hace años, no se estaría dando el mejor ejemplo, teniendo en cuenta las condiciones en las que se encuentran los hallazgos arqueológicos hoy por hoy.
Con todo, el presidente de la Arqueológica señaló que «ahora, el actual gobierno tripartito, motivado por el incremento turístico de las grutas de San José, parece tener en cuenta la creación del nuevo museo en las inmediaciones del acueducto, sin duda una buena noticia». De cualquier modo, no dudó en asegurar que «desde la Asociación Arqueológica valoraríamos más positivamente la rehabilitación del actual museo y la puesta en marcha de su función social, que sin duda costaría menos, antes que el proyecto faraónico del nuevo, que tal vez no veamos». En la visita de la consellera Carmen Amoraga no se habló ni de plazos ni de inversión del futuro museo.
