Recuperar un mueble es recuperar patrimonio local. Así de contundente ha sido la campaña que ha llevado a cabo el Centro de Formación de Personas Adultas de Nules este año, coincidiendo con la clausura de los cursos que se organizan anualmente dentro de su programa de formación no reglada. El taller de restauración de muebles no es nuevo. Lleva años organizándose con éxito de participación. Los alumnos, por regla general, se dedicaban a recuperar sillas, aparadores, butacas o mesas de familiares o amigos, no solo para aprender las técnicas de restauración, sino también para aprovecharlos dado que la práctica mayoría tenían un alto valor sentimental.
Ese espíritu es al que se ha apelado en esta ocasión y, para hacerlo llegar a todos los vecinos, se ha organizado una campaña para la que se ha contado con la colaboración de cuatro comercios locales. Coincidiendo con la inauguración de las exposiciones en las que se muestran los trabajos de los diferentes cursos y talleres que se realizan a lo largo del año, se negoció con varios establecimientos para utilizar sus escaparates para mostrar algunos de esos muebles recuperados.
Cada mueble iba acompañado por una ficha explicativa con fotos del antes y el después. Además, los clientes recibían información sobre la iniciativa.
Según se explica, «se trata de piezas que han perdido su ubicación en las casas de hoy en día, más modernas y diferentes». Por regla general, los muebles viejos «los hemos heredado de nuestros padres y no sabemos qué hacer con ellos». Al mostrar los muebles, demostrando que algo antiguo puede convertirse en un elemento de decoración vintage, retro o cualquier otro estilo decorativo de nuevo en boga, se reivindica que «no tiremos nunca al contenedor los muebles viejos, porque son parte de nuestro patrimonio cultural y parte de una historia». Pero tampoco se trata de no tirar el mueble o transformarlo en una cosa completamente diferente a la original. «Se trata de darle otra vida, otra oportunidad de existencia, otro uso u otra belleza respetando su esencia con una buena restauración».
Complementos Carmen Monlleó, Clip Regalos, Pasteleria J. Adsuara y Puericultura My Principito han decorado sus escaparates con estas piezas recuperadas.
