La ley antitabaco ha tenido un fuerte impacto en la Comunitat Valenciana. En los últimos cinco años, la venta de cajetillas de tabaco ha descendido un 54,6 %, pasando de los más de 435 millones de paquetes en 2010 a los casi 231,4 del pasado 2015. Un descenso que fue más acusado en 2010 y 2011 y que se ha ido constatando año tras año, aunque en los tres últimos ha sido más suave. De hecho, en 2015 en Castelló y Alicante hubo un ligero aumento en las ventas.

Parece que las limitaciones para fumar en lugares públicos, así como el progresivo aumento del precio de la cajetilla, ha animado a muchos fumadores a dejar de hacerlo. En 2015 se vendieron 281.380.778 cajetillas en toda la comunidad autónoma, un 0,5 % menos que en 2014, lo que supone una caída ligeramente inferior a la media española. En total, en toda España se vendieron más de 2.325 millones de paquetes de tabaco, un 0,64 % menos que el año anterior. En el último lustro, la caída ha sido del 55,76 %, según datos del Comisionado del Mercado de Tabacos.

Por provincias, el descenso es más acusado en Valencia, donde se vendieron131.206.734 cajetillas el año pasado, un 2,3 % menos que en 2014. No obstante, en Castelló y Alicante se registraron ligeros incrementos en las ventas por primera vez después de varios años, concretamente, del 0,54 y del 1,26 %. En Alicante el último año se vendieron 1,5 millones de cajetillas más que en 2014, lo que se atribuye al turismo, ya que un 15 % de las ventas fueron a personas extranjeras.

Preocupación

A medida que ha ido descendiendo la venta de cajetillas de tabaco en estancos y bares, ha aumentado la presencia de producto de contrabando. Desde la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España alertan de que, a pesar de que las cifras son modestas, desde 2012 a 2015 el tabaco de contrabando casi se ha duplicado en Valencia, pasando del 2,9 al 4,4 %. Incluso llegó al 14,4 % en la primera mitad de 2015 en Torrevieja y al 18,7 % en 2013 en Elx. En España, la media roza el 10 % pero llega al 90 % en algunas zonas de Andalucía o Galicia.

Desde la Unión transmiten la «gran preocupación» de los estanqueros ante estos datos, y recuerdan que el producto que se vende de forma ilegal en comercios no autorizados «no ofrece garantías ni calidad sanitaria». Además, destacan que las cajetillas de «dudosa» procedencia no «generan riqueza», ya que no se les aplican impuestos, y no se controla si los menores las adquieren. Para paliar esta situación -además de la coordinación que ya se da entre policía, Guardia Civil, servicios de aduana y la normativa vigente-, los estanqueros destacan la importancia de la sensibilización, ya que «sin demanda no habría oferta», aseguran.

«Las medidas antitabaco solo benefician al contrabando; la mayoría de gente no va a dejar de fumar», opina Gabriel Torrecilla, presidente de la Asociación de Estanqueros de Valencia, quien califica de «problema serio» el contrabando. Torrecilla asocia el aumento del precio del tabaco al aumento del contrabando y para evitar esto pide «endurecer las penas y la sanción mínima».

Concienciación sobre el consumo

Sobre la petición de regular el consumo de tabaco en viviendas o vehículos en los que haya menores, como han pedido algunos médicos, los estanqueros son más partidarios de «educar e informar a la gente antes que prohibir» y dejar que sea el ciudadano quien decida. Asimismo, en estos casos, Torrecilla apela a la concienciación y educación de cada persona. «Es evidente que si, por ejemplo, hay bebés en casa, no se va a fumar. Se da por supuesto», apunta.

Los estanqueros también muestran su preocupación por las nuevas cajetillas genéricas que van a empezar a distribuirse. Las fotos serán más duras y cubrirán el 68 % del paquete. «Nos hará daño», confiesa el presidente, quien teme que esto acabe con el leve aumento de ventas de 2015 en algunas provincias. Los estancos han intentado paliar la «brutal bajada» de las ventas introduciendo nuevos productos en sus comercios, y la crisis ha aumentado la adquisición de tabaco de liar, un producto que era poco común.

Desde la asociación autonómica se preguntan por qué tanta persecución al tabaco y no a otros productos legales pero también perjudiciales para la salud. «El alcohol perjudica a todos, por ejemplo, cuando alguien ebrio conduce, y en las botellas no ponen imágenes duras», critica Torrecilla.

Según la última Encuesta Europea de Salud en España (2014), el 22 % de la población valenciana fuma a diario, y el grupo de edad más numeroso es el de los 45 a los 54 años. La encuesta recalca la «tendencia al descenso» de los consumidores de tabaco ya que el porcentaje de la población que fuma a diario «ha alcanzado el nivel más bajo en las últimas décadas en ambos sexos». El documento apunta que el tabaquismo «sigue siendo la primera causa evitable de muerte en España» y los médicos explican que aún habrá que esperar varios años para saber la incidencia en la salud de las leyes antitabaco.