Al llegar ayer al aeropuerto de Barajas, procedentes de París, el seleccionador, Vicente del Bosque, abrazó uno por uno a todos los jugadores de la selección española. La relación entre ellos ha sido muy buena pese a la eliminación en los octavos de final de la Eurocopa. El propio Pedro, mediocampista del Chelsea, abrazó también a Del Bosque pese a que días antes se había quejado de jugar poco en este torneo. Los futbolistas agradecen el trato del seleccionador y la aceptación de la derrota ante Italia sin haber lanzado un solo reproche a los jugadores. La elegancia de Del Bosque ha sido máxima con todos los estamentos del fútbol: los futbolistas, los rivales, los periodistas... Ahora le toca reunirse con Villar para decidir si sigue o se aparta.