El Ayuntamiento de Nules está investigando estos días las causas de la aparición de decenas de peces muertos en el canal de la Gola. A principios de la semana pasada, representantes de un grupo de biólogos voluntarios que están llevando a cabo colaboraciones con el consistorio, avisaron al edil del área, Pedro Rubio, explicando que «había bastantes llisas muertas en la zona de La Gola», en concreto se llegaron a retirar «entre 10 ó 15 bolsas».

A raíz de esta alta mortandad, que en un principio despertó la inquietud entre las autoridades y los vecinos, Rubio solicitó un informe al respecto, aunque las primeras impresiones de los expertos apuntarían «a una falta de oxígeno en el agua», un problema que se habrá producido en otras ocasiones, aunque se tendrían que precisar las causas. En cualquier caso, desde el primer momento los biólogos coincidieron en señalar que «no teníamos que preocuparnos por un problema de contaminación».

Con todo, el primer día, a nivel preventivo, desde la concejalía de Medio Ambiente se tomó la decisión de, tras abrir las puertas de la Gola para posibilitar la regeneración del agua del canal, «la policía aconsejó a la gente no bañarse en las inmediaciones, solo a nivel preventivo», porque se habría descartado que existiera peligro para las personas.

Aunque a la espera de que el informe encargado defina las razones reales, todo apuntaría a que la falta de oxígeno habría sido consecuencia «de un proceso natural». Pedro Rubio afirmó que, tras comentar el tema con los biólogos le explicaron que «en invierno se habrían reproducido las plantas en el canal y ahora en verano, por la falta de lluvia, el calor y otras condiciones meteorológicas, esa vegetación muere y se pudre, provocando la falta de oxígeno que habría provocado la muerte de los peces». Además, incidieron en que «las llisas son el animal más débil de los que hay en esta zona» y el incidente solo habría afectado a esta especie. Por eso mismo se descartaría en principio un vertido contaminante «porque de haber sido así habrían muerto más especies».

En cualquier caso, no se descarta ninguna posibilidad, dado que los hechos también podrían haberse producido por la limpieza de algún tanque de pulverización, de ahí que desde el consistorio considere importante «la educación ambiental, que la gente sea consciente de que determinados comportamientos pueden tener consecuencias».

Colaboración con biólogos

Este caso se ha convertido en el mejor ejemplo, según destacó Pedro Rubio, de la colaboración que ha establecido el ayuntamiento con un equipo de cuatro biólogos de la localidad, que están realizando trabajos de campo de forma voluntaria. Esta iniciativa se puso en marcha cuando los propios especialistas se pusieron en contacto con el edil para ofrecer su colaboración a la hora de desarrollar diferentes actividades y acciones que buscarían «analizar el estado en el que se encuentra nuestro entorno natural, para después determinar qué medidas podrían llevarse a cabo para mejorarlo y ponerlo en valor».

Si los primeros contactos se mantuvieron entre los meses de marzo y abril, desde hace un mes se ha decidido dar más continuidad a los encuentros, al tiempo que los biólogos inician diferentes estudios «después de haber solicitado los permisos y autorizaciones a la Conselleria para que puedan hacer estudios de agua, especies, etc», señaló el edil de Medio Ambiente.

De este modo, según Rubio «lo que ha pasado con los peces es un buen ejemplo de lo interesante que es mantener esta relación», sobre todo teniendo en cuenta que el consistorio no cuenta con especialistas en el departamento de Medio Ambiente. En los próximos días se espera contar con el informe técnico municipal sobre el incidente, que se completará con el que realicen los biólogos para poder determinar si «lo que ha pasado se podría haber evitado o no, y qué hacer a partir de las conclusiones que se extraigan».