Paradójicamente, la fuerte granizada del jueves en Vilafranca, focalizada en el casco urbano, no ha tenido ninguna incidencia en el manantial del que se nutre el municipio, que está en mínimos y hace prever otro verano con problemas de abastecimiento. En cuestión de días habrá que recurrir a camiones cuba si no llueve.

Vilafranca requiere una importante inversión para garantizar su suministro. El pozo que se hizo hace unos años no llegó al acuífero, por lo que es necesario ejecutar otro a más profundidad. El coste de la actuación ronda el millón de euros y está pendiente de que la Generalitat y la diputación se pongan de acuerdo para cofinanciar la obra. La actuación es necesaria para el abastecimiento de la población y de la empresa Marie Claire, motor económico de la comarca. La fábrica textil tiene un consumo importante de agua durante el proceso de producción, de ahí que requiera seguridad y continuidad en el suministro.

Ares del Maestre es otro clásico de los veranos con sequía. El depósito está lleno pero tiene una capacidad limitada que sólo garantiza agua hasta final de agosto. Si no llueve, también habrá que contratar camiones cisterna. El municipio lleva años pendiente de la ampliación del depósito para duplicar su aforo. La actuación, con un presupuesto de 300.000 euros, corre a cargo de la diputación. El ayuntamiento confía en que el proyecto sea una realidad en el plazo de dos años.

La reserva del Ebro

El Alt Maestrat y Els Ports son las comarcas con más problemas hídricos. Los municipios siguen esperando las inversiones anunciadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que en el nuevo plan de cuenca incluye una reserva hídrica de 10 hectómetros cúbicos de agua para la provincia e inversiones de 22,5 millones de euros. Las gestiones del presidente de la diputación, Javier Moliner, ante la CHE le llevaron a anunciar una inversión inicial de más de tres millones de euros para canalizaciones, balsas, sondeos y equipamiento de pozos,con el objetivo de garantizar el abastecimiento de agua en una de las zonas de la provincia que más sufre los efectos de la sequía.

Los alcaldes se quejan de que las obras que contempla el plan de cuenca del Ebro siguen sin materializarse. En una reunión con el presidente de la CHE se abordó la construcción de cuatro balsas de almacenamiento, que aprovecharán aguas superficiales de barrancos y servirán tanto para mejorar el suministro de agua a la ganadería como a la población. Nada se ha hecho.

Como explica el alcalde de Forcall, Santiago Pérez, «de nada sirve una reserva de 10 hectómetros cúbicos si no se ejecutan las infraestructuras y no se puede aprovechar el agua». De ahí que reclame la realización de las obras publicitadas para acabar con los problemas hídricos del norte de Castelló.