No se le puede estar dando mejor el mercado estival a la dirección deportiva del Villarreal. Al menos en el apartado de salidas, a la espera de que se concreten nuevos refuerzos, porque el club castellonense ya ha cerrado tres ventas que le han reportado más de 45 millones de euros para sus arcas y eso que, como por ejemplo en el caso de Denis Suárez y el Barcelona, la cifra podría incrementarse si se confirma algún traspaso más en los casi dos meses de mercado que quedan antes de que arranca la Liga..

Las ventas de Eric Bailly al Manchester United (unos 40 millones de euros), Samu García al Rubin Kazan (5 millones de euros) y Tomás Pina al Brujas (3 millones de euros) le han asegurado a la entidad amarilla unos 48 millones de euros en ingresos este verano, la mayor cifra de su estancia en Primera División. Sólo el año en que descendió a Segunda División, en el verano de 2012, se logró más dinero por ventas ya que se alcanzaron los 49,8 millones de euros aunque, cuando todavía quedan el mes de julio y agosto por delante, el Villarreal está en condiciones de superar esta cifra.

Tras perder la categoría en la última jornada, numerosos componentes de aquella plantilla buscaron la puerta de salida. Hasta 11 traspasos concretó la secretaría técnica en ese periodo estival. La Fiorentina pagó 18,5 millones por hacerse con Giuseppe Rossi, Borja Valero y Gonzalo Rodríguez, mientras que el Al-Rayyan fichó a Neymar por 10 millones. Marco Ruben se marchó al Dinamo Kiev por 8 millones, Iván Marcano al Rubin Kazan por 5 millones y Diego López pasó a ser del Sevilla por 3,5 millones. También 3,5 millones de euros pagó el Monarcas Morelia por Jefferson Montero y Nickie Billie Nielsen se fue al Rosenborg por 675 mil euros. Zapata jugó cedido en el Milan por 400.000 euros y Wakasso recaló en el Espanyol por 300.000 euros.

Para encontrar un verano en el que el apartado de ventas se le haya dado tan bien al Villarreal hay que remontarse hasta 2007. Los ingresos totales logrados por traspasos alcanzaron los 44,5 millones de euros. En aquel caso, coincidieron las ventas de dos de las grandes figuras de la historia del Villarreal. Por un lado, el submarino vendió a Diego Forlán al Atlético de Madrid. Los rojiblancos pagaron 21 millones de euros por hacerse con el delantero.

Además, Juan Román Riquelme también salió de El Madrigal. El centrocampista retornó al equipo de sus amores, el Boca Júniors. Los argentinos recuperaron al astro por 12 millones de euros. También destacó la venta de José Enrique al Newcastle. El equipo del norte de Inglaterra se gastó 8 millones de euros por hacerse con el lateral amarillo.

La tendencia se mantiene

La verdad es que la tendencia de este verano no hace más que prolongar la del anterior mercado estival. El Villarreal, hace un año, marcó su segundo techo en ingresos por ventas de su estancia en Primera División. La tesorería amarilla ingresó 36 millones de euros, sobre todo por el espaldarazo que supuso la venta de Luciano Vietto al Atlético de Madrid.

Como ya sucediera con Forlán, los capitalinos hicieron un gran esfuerzo por comprar a un delantero amarillo (en este caso 20 millones de euros). Un dinero que se sumó a los 8,4 millones que pagó Tigres por Uche y Aquino, a los 6,3 millones que Los Ángeles Galaxy se gastó en Gio dos Santos y a los 1,5 millones que invirtió el Espanyol en Gerard Moreno. Una buena cifra que permitió apuestas destacadas en el apartado de fichajes como la del delantero Roberto Soldado.

Un éxito para el Villarreal que, en los dos veranos anteriores al de 2015, apenas había ingresado dinero por sus ventas. Sumando las cantidades de 2013 y 2014, el club castellonense sólo había cobrado 14 millones por traspasos. En 2013, fueron 6,5 millones por la venta de Zapata al Milan y la cesión de Hernán Pérez a Olympiakos. En el siguiente mercado veraniego, la cifra alcanzó los 7,5 millones por los traspasos de De Guzmán al Nápoles (6 millones) y de Perbet al Basaksehir (1,5 millones de euros). Aunque es cierto que, en el mercado invernal de la 2014-2015, el Villarreal ingresó cerca de 20 millones de euros gracias a la marcha de Gabriel Paulista al Arsenal de Arsene Wenger, una venta que abrió la buena racha de los últimos tiempos del equipo amarillo en este ámbito.