La restauración del histórico edificio del Molí la Vila, situado junto al jardín de Jaume I, ha comenzado. Así lo anunciaron ayer el concejal de Territorio, Emilio Obiol, y el vicepresidente primero de la Diputación de Castellón, Vicent Sales, durante una visita a las obras, que comenzaron hace dos días y que sufragan a partes iguales ayuntamiento e institución provincial, con un presupuesto global de 360.000 euros.

«El principal objetivo es rehabilitar esta importante pieza patrimonial del siglo XVI y ponerla en valor», indicó Obiol, quien destacó la importancia de poder realizar estos trabajos gracias a la colaboración institucional y afirma que «hoy es un día importante, porque gracias al trabajo conjunto, este modesto proyecto puede salir adelante».

En la misma línea se pronunció el diputado Sales, quien señaló que «la colaboración institucional entre ayuntamiento y diputación dará sus frutos en beneficio de la ciudadanía»

Obiol explicó que «a pesar de contar con un presupuesto muy humilde», el proyecto contempla una remodelación «importante» del Molí la Vila que se estructura en varias fases. La principal tarea, según el edil, es «rehabilitar y apuntalar y reforzar la estructura del edificio para que se mantenga, ya que se trata de un molino muy antiguo y muy deteriorado por el paso del tiempo». Una vez realizado este proceso, se contempla la creación de una pequeña plaza funcional a la entrada del recinto, para lo que se prevé tapar «parcialmente» el tramo de acequia de varios metros que discurre por delante del molino.

«Será una actuación muy respetuosa con el canal y el entorno, no definitiva y no estructural, que asegurará la limpieza de la acequia por parte de la Comunidad de Regantes», indicó Obiol, quien manifestó, en este sentido, que «en ningún momento haremos nada que no quiera la Comunidad de Regantes si ellos no están de acuerdo».

Por otro lado, los trabajos contemplan convertir la actual pasarela provisional que une la avenida de Cardenal Tarancón con el jardín de Jaume I en un elemento definitivo integrado en el entorno, además de crear un pequeño jardín que «imitará al antiguo barranco, para lo que se plantará vegetación de ribera en toda la zona».

El último paso será la habilitación del edificio «para el futuro», añadió Obiol.