El británico Stephen Cummings se impuso ayer en la séptima etapa del Tour de Francia, la primera de alta montaña en los Pirineos, al culminar en solitario una larga escapada.

El ciclista del Dimension Data, de 35 años, consiguió su segundo triunfo en la ronda gala, tras la conseguida la pasada temporada en Mende y sumó la cuarta parcial para su equipo en esta edición, tras las tres de su compatriota Mark Cavendish.

Cummings se escapó de la fuga en el ascenso al puerto de Aspin, de primera categoría, junto con el español Dani Navarro, del Cofidis, el sudafricano Daryl Impey, del Orica, y del italiano Vincenzo Nibali. En la meta del Lago Payolle, Impey, que en 2013 fue el primer africano en vestirse de amarillo en el Tour, fue segundo por delante de Navarro, que entraron a algo más de un minuto en la meta, por delante de Nibali.

El belga Greg van Avermaert, que estuvo en la fuga, fue quinto y amplió su renta en la general con respecto al grupo de favoritos, que perdió algo de tiempo después de que la pancarta de último kilómetro cayera sobre la carretera en el momento que pasaba el pelotón.

El español Alberto Contador (Tinkoff) se mostró satisfecho por haber salvado sin novedad la primera etapa de Pirineos, en la que corrió de «manera más conservadora de lo habitual», y recordó que la de hoy «ya son palabras mayores». «Esto es solo un aperitivo. Ahora a recuperar y pensar que tenemos todo el Tour por delante. La etapa de mañana —por hoy— ya son palabras mayores y será complicado, pero ya veremos lo que pasa», comentó.