El departamento de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Almassora ha confirmado la instalación de 29 refugios para murciélagos que se han distribuido por todo el término municipal. El objetivo es favorecer el aumento de la población de estos mamíferos para luchar contra la plaga de mosquitos, pues los insectos forman parte de la alimentación de estos animales.

De estas 29 cajas, siete han sido instaladas en Santa Quitèria, junto al albergue municipal y en los pinos de la calle de acceso a la ermita. Otras 14 se han distribuido por el distrito marítimo en zonas como la biblioteca, la estación de bombeo de Pitillo, el pozo de Camí Catalans o en las fachadas de algunas casas particulares cuyos propietarios han dado su consentimiento. En los alrededores del casco han sido depositados hasta ocho de estos refugios, en lugares como la casa de la música, el entorno de la finca del Milionari y el pozo de Sant Vicent.

Todas han sido instaladas a un altura mínima de 3,5 metros, en lugar sin obstáculos delante y, preferiblemente, con orientación sur.

Las estructuras han sido creadas por carpinteros de la localidad, a quienes la edil de Medio Ambiente, María José Tormo, ha agradecido su colaboración para "contribuir a recuperar una especie que forma parte de nuestra fauna autóctona y cuya presencia es vital para mantener el equilibrio del ecosistema».