La caja de los truenos se ha abierto en el grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castelló tras la dimisión a la portavocía «por motivos personales» de Cristina Gabarda el pasado viernes, sustituida por Vicente Vidal, quien en principio habría solicitado rodearse de un equipo propio. Así, ayer lunes fue despedida una de las asesoras de este grupo político en el consistorio y, tras conocer la noticia, no dudó en enviar un extenso e-mail de despedida dirigido a sus compañeros de la provincia.

La exasesora advirtió en dicho escrito que la versión oficial que se haría pública desde el partido sería «que después de las elecciones, y debido a los resultados, se necesita alguien no con perfil gestor como yo, sino con un perfil comunicador y de relaciones públicas, ya que según parece los resultados son atribuibles a los trabajadores sin entrar en más análisis». Con todo, explicó que «cuando una facción gana a otra, los miembros que se creen de la facción perdedora son purgados por los ganadores», y en este sentido, pidió a sus compañeros que se alzasen «no contra los ideales, ya que son buenos, sino contra las mezquindades». «No dejéis que os corrompan, la corrupción no sólo es aceptar sobres o cheques con dinero, es dejarse manipular con comentarios maliciosos hacia otras personas por el puro deseo de desprestigiarlas o con oscuras finalidades, porque en el fondo siempre subyace lo mismo: el ansia incontenible de poder», añadió en su escrito de despedida.

Con todo, el que quizás sea el extracto más duro del email es en el que les pedía a sus excompañeros que reflexionaran sobre los motivos que les llevaron a entrar en el partido y que luego miraran «en qué nos hemos convertido: luchas internas, guerras de poder, desprestigio al compañero, puñaladas por la espalda, hipocresía».

La exasesora dijo avergonzarse de todos. «He visto lo peor del ser humano, ninguna acción noble de verdad hacia el compañero», lamentó. «En vuestro mundo no hay amigos ni se hacen ¡qué lástima, que gran oportunidad que perdéis!», añadió.

Denuncia una persecución

En la despedida, la exasesora agradeció a todos los compañeros que le habían mostrado «un poco de respeto» pero también «a los que me habéis ayudado a caer poniéndome todas las zancadillas posibles».

«Ya habéis conseguido lo que perseguíais hace mucho tiempo, pero en esta vida menos las montañas todo se junta», cerraba el email, no sin antes sentenciar «Que Dios os guie y os ayude porque en el mundo de lobos en el que vivís lo necesitaréis», concluía este extenso escrito que envió ayer.