La inversión de 90 millones de euros en la ampliación de la torre de vacío, así como la ya prevista ampliación de la dársena sur de PortCastelló, permiten asegurar el futuro de la planta de refino de British Petroleum en Castelló, con 469 empleos directos, 592 contratistas y 2.000 puestos de trabajo inducidos, superando la crisis coyuntural y la que acecha especialmente al sector, con una reducción cada vez mayor de los márgenes de beneficios y un aumento de la competencia.

El director de BP en Castelló, José Luis García Galera, anunció ayer los planes de inversión de la firma en un contexto en el que la planta en El Serrallo ha adquirido una gran relevancia para la corporación, que ha premiado su excelencia operativa y los niveles de calidad ambiental y seguridad en el trabajo que permiten cerrar el ejercicio como uno de los más positivos de su historia y con las miras puestas en el futuro, que en 2017 también estará marcada por la parada técnica en el mes de septiembre.

BP ha alcanzado ya los 900 millones invertidos en expansión y modernización en los últimos doce años, estando en marcha ya la ampliación de la torre de vacío (90 millones), el nuevo almacén de coque en el puerto (14), la nueva esfera de propileno (18), la ampliación de la dársena sur (56), la unidad de coquización retardada (510) y el programa de combustibles de última generación (138). Al margen, se han invertido otros 188 millones en mejoras medioambientales desde el año 2000.

García Galera insistió en la competencia que suponen las nuevas megainstalaciones de China y el Golfo Pérsico, a las que se unen las nuevas técnicas de extracción de gas permitidas en países como Estados Unidos. Frente a ello, el principal diferenciador es la calidad del refino que ofrece la planta de BP en Castelló, que le han permitido superar años de pérdidas y entrar en beneficios, que se espera mejorar ostensiblemente cuando la ampliación del puerto permita dar cobijo a barcos de 150.000 toneladas de calado, frente al cierre de veinte refinerías en el resto del continente.

Esa ampliación de la dársena sur de PortCastelló ya programada, sin embargo, no servirá para adelantar la demolición de la planta marina, inactiva desde hace varios años, y cuya concesión expira en el año 2022, fecha en la que finalmente desaparecerá del horizonte de Castelló.