Las diputaciones de Castellón y Tarragona han acordado coordinar su trabajo e iniciar acciones para mejorar las carreteras que comparten en la zona limítrofe entre ambas provincias. Así, el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, se reunió ayer con el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet, con quien firmó un convenio de colaboración para la mejora y mantenimiento de los tramos de los viales CV-100 y CV-105 situados a ambos lados del Sénia.

El convenio reconoce la titularidad de la Diputación de Tarragona de los tramos de la carretera continuación de la CV-100, de San Rafael del Rio a la Sénia por Rossell, comprendido entre el PK 0+00 a la Sénia y el límite provincial; y el tramo de la carretera continuación de la CV-105, de la Sénia a Benifassà, comprendido entre el PK 0+00 a la Sénia y el límite provincial, Río Sénia. Respecto a los puentes existentes en las carreteras CV-100 y CV-105 en el límite con la provincia de Tarragona, tanto en el caso del de Cases del Riu como del de Malany, se convenia que la Diputación de Castelló asume la gestión íntegra. La vigencia de este acuerdo es indefinida y sus conclusiones se comunicarán a los respectivos servicios de carreteras.

Corredor mediterráneo

Por otra parte, Javier Moliner explicó que, al margen de colores políticos, «vamos a mostrar unidad y fortaleza en la reivindicación porque necesitamos ya un Corredor Mediterráneo que nos de a Castellón y a Tarragona una salida a Europa. Hemos acordado mantener viva, conjuntamente, la llama del Corredor Mediterráneo».