En 1985 surgió en Castelló el que quizás sea el colectivo más activo en la provincia de Castelló, y uno de los más destacados a nivel nacional, en la lucha contra el fenómeno de las adiciones y la exclusión social, Patim. Ayer, 30 años después de su fundación, parte del equipo de este colectivo presentó la memoria en la que se detallaba la evolución de este fenómeno y la respuesta profesional que en estas tres décadas se ha dado desde el ente. Y es que, tal, y como insistieron, lejos de desaparecer, el problema de las adicciones persiste en la actualidad. Hasta 7.531 pacientes han sido atendidos por Patim en las últimas décadas.

Uno de los problemas sobre el que más se incidió ayer fue precisamente la comúnmente denominada patología dual, es decir, los usuarios de Patim que presentan trastornos mentales y además consumen drogas. De hecho, desdel ente puntualizaron que suponía el 60 % de los casos atendidos en los dos últimos años. El colectivo, con todo, insistió en que no era sencillo determinar si la patología mental era previa al consumo de estupefacientes o por el contrario si era consecuencia precisamente de esta adicción.

De igual manera, alertaron del riesgo en el que se encontraban algunos toxicómanos, de más de 60 años, que tras una vida de consumo, tenían una salud delicada y sufrían grandes dificultades para poder reinsertarse y comenzar una vida normal. Pero además de estas cuestiones, desde Patim, también destacaron durante la presentación de la memoria, y gracias, en parte, a la perspectiva que ofrece 30 años de ejercicio, del descenso progresivo de la edad de inicio del consumo de drogas de los usuarios, que ahora se situaba en los 14 años. En las últimas décadas, según detallaron desde Patim, ha descendido en casi dos años la media de edad de inicio de toma de estupefacientes.

Este retroceso, aseguraron, genera dudas sobre la eficacia de las políticas de prevención que se han llevado a cabo hasta ahora. Además, y en este sentido, lamentaron que este descenso haya coincidido con un aumento de la edad de los pacientes que acuden a tratamiento, que ahora supera los 30 años, y que por tanto, determina que se prolongue el tiempo en el que se consume drogas, que en términos generales, suele prolongarse 18 años, según detalló ayer el presidente, Francisco López Segarra.

Desde Patim, en este sentido, lamentaron que las drogas ya no se percibieran como un problema prioritario en la sociedad actual, ya que «generan la misma inquietud en este momento que el fraude fiscal, los refugiados o el racismo», según detallaron a partir de una investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas.

Masculinización de los centros

Otro de los asuntos que el equipo de Patim quiso resaltar ayer fue la «masculinización» de los centros de tratamiento. Y es que, según explicó la secretaria del ente, Inmaculada Galmés, la presencia de las mujeres en los centros de tratamiento siempre ha sido menor que la de los hombres.

Con todo, «su incorporación ha ido descendiendo de forma progresiva hasta representar menos del 10 % del total de casos atendidos». A lo que el presidente dijo no saber «muy bien las razones, aunque, en general, vemos que están más pensados para los hombres y hay muy pocas respuestas para la mujer».

En este sentido, conscientes de este desequilibrio de género, desde Patim explicaron que en el futuro estudiarían nuevas respuestas que pudieran facilitar el acceso de mujeres adictas.

Igualmente, explicaron que en la última década, Patim ha incorporado programas formativos para la educación en «nuevas masculinidades» en sus centros y en prisión como punto de partida para abordar la violencia de género, al percibir una vinculación entre las adicciones y las conductas violentas y machistas.