Hace justo un año, el ondense Luismi Ruiz llegó al Castellón por la puerta de atrás. Había quedado libre tras completar el ciclo juvenil en el Valencia. Se ofreció al club, que lo admitió a prueba. Terminó fichando con Ramón María Calderé en el banquillo y completó una temporada notable, de menos a más, titular indiscutible en el lateral derecho con Kiko Ramírez al mando. Sin embargo, en apenas unas semanas de verano, Luismi ve que se ha quedado sin sitio.

A Luismi, que tiene 20 años, le queda un año de contrato pero el Castellón le ha invitado a irse. El nuevo entrenador, Frank Castelló, solicitó el fichaje de Abraham Peleteiro, de pasado albinegro y considerado uno de los mejores laterales de la categoría. Además, el club prefiere como relevo en esa posición al joven Álex Salt. Es la apuesta del secretario técnico Saúl Suay. El valenciano cumplirá 19 años en septiembre: jugó el curso pasado en el filial albinegro y procede, como Suay, del Torre Levante.

Luismi, que el año pasado acumuló 2.543 minutos (32 partidos, 30 titular, 1 gol, 1 asistencia, 8 amarillas y 1 roja), ayer no participó en el encuentro vespertino de entrenamiento y asume que su futuro está lejos de Castalia. Prefiere no hablar «hasta dentro de un par de días». Dispone de ofertas, principalmente del extranjero.

Sin desquite

Si se concreta la marcha, Luismi se quedará sin posibilidad de revancha. En el partido decisivo por el ascenso, envió a las nubes el séptimo penalti de la tanda. La imagen de la afición albinegra llevándolo a hombros sobre el césped de la Bòbila en Gavà, entre lágrimas propias y ajenas, permanece como imagen icónica de aquel día.

Luismi no es el único joven que podría salir del Castellón. Los casos de Meseguer y Carlos López son distintos. También tienen contrato, pero es el club quien no quiere soltarlos.