Empresarios de la patronal de Castelló se sorprendieron el lunes cuando el secretario general de la CEC, Rafael Montero, obvió secundar a José Roca y se negó a renunciar también su cargo. El secretario general es una figura contratada por la organización, pero su trayectoria ha estado ligada a la del presidente José Roca. Su continuidad, aunque sea transitoria, afirman fuentes de la CEC, ahuyenta de momento a posibles empresarios interesados en presentar su candidatura a la presidencia.

Nadie se atreve a dar el paso en la patronato por miedo al agujero económico existente y por la permanencia de Montero, aseguran las mismas fuentes. Ahora, tras el adiós de Roca y sus tres vicepresidentes, ha desparecido el comité ejecutivo y Montero dirige las riendas de forma transitoria junto a la junta.

Otras fuentes apuntan que, además de vigilar desde el cargo el proceso judicial en el que está investigado, Montero no quiere renunciar a la indemnización que le corresponde. De ahí que apunten la posibilidad de que maniobre para situar en la presidencia a una persona que pueda manejar a su antojo.

El secretario general de la confederación carece del parapeto de Roca y ha perdido la ascendencia que en en las últimas décadas ha tenido entre el empresariado de Castelló.

Ahora aunque en privado y sin dar nombres, el empresariado critica la falta de transparencia y el oscurantismo en la gestión de la CEC.